Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Federico_Casado:
10
Drama Walt Kowalski (Clint Eastwood), un veterano de la guerra de Corea (1950-1953), es un obrero jubilado del sector del automóvil que ha enviudado recientemente. Su máxima pasión es cuidar de su más preciado tesoro: un coche Gran Torino de 1972. Es un hombre inflexible y cascarrabias, al que le cuesta trabajo asimilar los cambios que se producen a su alrededor, especialmente la llegada de multitud de inmigrantes asiáticos a su barrio. Sin ... [+]
25 de febrero de 2009
19 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mucho antes de Rambo, de Chuck Norris y de Charles Bronson, ya había un justiciero en las calles. Duro como el acero, pero de buenos sentimientos, Harry Callahan era un policía de rictus amargo, maneras brutales, pero de una eficacia tan contundente como su Magnum 45. Unos argumentos que dejaban callados al más chulito del barrio con una sola mirada, o una frase tan emblemática como "Anda, alégrame el día...". Eastwood creo la quintaesencia del antihéroe. O mejor dicho, del héroe contemporáneo, ese que está harto de ver a su alrededor injusticias y que al final decide tomar cartas en el asunto, por las buenas o por las malas (que al final, siempre eran las malas). Esta fase en la carrera de Eastwood, en la que muchos le tacharon de reaccionario, al final se ha reconocido como una de las más felices de su carrera, creando al famosísimo personaje de Harry Callahan, más conocido como "Harry el sucio", capaz de quitarle las pamplinas al mayor cabronazo del planeta. "El Sargento de Hierro", "El Jinete Pálido" e incluso la monumental "Sin Perdón", recogía la herencia del personaje dirigido por Don Siegel en esa famosa saga cinematográfica, y Eastwood, en la que dice ser su última aparición delante de las pantallas, ha decidido que también tomaba el relevo de Callahan, creando a Walt Kowalski, un alter ego de su famoso Harry: un viudo jubilado, exmarine y veterano de la guerra de Corea, ve como su barrio se va llenando precisamente de Coreanos. Para colmo, una pandillita de adolescentes empiezan a molestarse, y ahi es cuando la cosa pasa de castaño oscuro y Walt toma cartas en el asunto... Si, es cierto, todo parece estar ya visto. Pero no es así, en realidad. Aunque pudiéramos pensar que el film da un giro ante una versión inversa y algo bizarra de "Karate Kid" (donde el oriental es el alumno y el occidental es el maestro...) en realidad Eastwood tiene la gran inteligencia de trazar una de las mayores parábolas sobre la juventud y la madurez que jamás se hayan realizado en la historia del cine. Con su habitual minimalismo visual, y su demoledor ritmo narrativo, la dirección es una auténtica lección de hacer cine, plano a plano, secuencia secuencia, sin perder en ningún momento el ritmo, sencillamente perfecto (sigue en spoiler).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Federico_Casado
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow