Han pasado varios años desde que la vi por primera vez y hoy, después de otro visionado, vuelvo a sentir lo mismo: indiferencia y frialdad ante un guión pastoso, lento y falto de profundidad. Se salva el actor principal (lo vimos también en la genial `The Hurt Locker´) que intenta hacerlo lo mejor posible.
La película se salva de la quema porque sí sabe transmitir el juego del engaño que hacía que Dahmer consiguiera sus presas siendo sutil y hábil en llevar a su terreno a sus diferentes conejillos de indias. La mirada y la actitud de la actuación sí hacen ver al espectador lo inteligente y enfermo que estaba realmente Dahmer.
Esta película podría haber tenido mucho juego al tratar un tema real y tabú y contar con más profundidad la miserable vida de Dahmer y su entorno (nada se dice aquí sobre esto último) pero ha salido así, ni fú ni fá.