Divertida por momentos, entretenida a ratos, aburrida por bastante más... Aún así, como pasatiempo funciona. Lo que resulta Vergonzoso es la pretenciosidad que se emana de este truño filosófico. Incomprensiblemente aclamada precisamente por su supuesto contenido ideológico, cualquier persona madura con dos dedos de frente sabe que una película así no se puede tomar en serio... Es muy fácil decir cuatro tonterías bajo el nombre de la ética y la razón si las pones sobre una sociedad irremediablemente fascista, corrupta, totalitaria, etc. y más aún, si te encargas de remarcarla con todos los clichés y tópicos de siempre: pederastia clerical, censura televisa, manipulación de los medios...
Y cómo no, el héroe de la careta haciendo proselitismo a golpe de cuchillo y su verborrea infinita. Pero bueno, se acepta porque de un modo u otro el personaje tiene cierta personalidad, no como el resto de personajes, que son además también totalmente carentes de credibilidad.
La trama, enrevesada sin necesidad, con recurrentes subtramas. Durante media hora, la película se reduce a: casa de V - comisaría - casa de V - comisaría - casa de V - comisaría, etc.
La atmósfera ideológica parece diseñada por miembros del 15M, con esa pretensión de adoctrinamiento, tratando de relativizar un acto terrorista según se mire...
En fin, lo peor no es que la película sea así, sino que la gente la pueda descontextualizar y tomarla como referencia en la vida real.
La música y los efectos son lo mejor de la película, por lo de más, Vergonzosa.