Kanji Watanabe, es un gris funcionario que un buen día le diagnostican un cáncer de estómago y se da cuenta de que su vida no ha valido de nada, que sólo ha sido un hombre triste que no ha hecho nada útil y productivo por la sociedad.
Esta película más que describirte la soledad de Kanji Watanabe y su lucha por hacer algo con lo que sentirse en paz en sus ultimos días de vida, es una feroz crítica de la sociedad y del ser humano en general
Es una crítica a la burocracia gubernamental, como muestra, la escena del principio, esas mujeres yendo de ventanilla en ventanilla exigiendo una solución a los problemas de su barrio.
También es una crítica al hipocresía humana, como bien se refleja en la escena final del sepelio, con sus compañeros de trabajo, borrachos como cubas, prometiendo que serán como Kanji, para al día siguiente olvidarse y continuar con sus tristes vidas de funcionarios.
Critica a la familia, ese hijo y esa nuera, que sólo piensa en el dinero que dejará Kanji cuando muera y deje de ser un estorbo.