Observar el esfuerzo que lleva cualquier plano de cualquier película por pequeña que esta sea, lleva a uno mismo a la comprensión que se merecen muchos profesionales del sector. Si en una película convencional la conexión de los actores, su capacidad y la dirección que reciben es primordial para su resultado, cuando hablamos de “Los Boxtrolls” la habilidad y esfuerzo se centra en la realización de figuras de plastilina casi perfectas que son modificadas con una enorme sutileza para después ficcionar el movimiento desde la pausa. Y es que el sistema de captura de imágenes por stop motion que presenciamos en esta ocasión así como en muchas otras anteriormente requiere de una técnica y un esfuerzo que sin duda se dilatará en años; un esfuerzo que cuando el resultado es brillante, la recompensa en la cara de los espectadores es incontestable.

“Los Boxtrolls” dirigida por la dupla Graham Annable-Anthony Stacchi y basada en la novela de Alan Snow Here be mosters! nos cuenta como Cheesebridge (Puentequeso) es una elegante ciudad obsesionada por el dinero, la clase y el más delicioso de los quesos apestosos. Debajo de sus encantadoras calles adoquinadas viven los boxtrolls, unos monstruos que salen de las alcantarillas por la noche para hacerse con los bienes más preciados de los habitantes: sus hijos y sus quesos. Una historia con muchas verdades ocultas y en la que un niño abandonado pasará a formar parte de esa curiosa familia de trolls recicladores.
Esta obra de la animación solo llama la atención por la excelencia de la técnica, su llamativa y preciosista recreación de la época pos victoriana o la emotividad de esos poco agraciados por fuera pero inmensos por dentro monstruos; sino que en ella destaca una elevada mala leche muy sincera en contra de los poderes fácticos que gobiernan el mundo, en defensa del reciclaje y en contra del despilfarro, en favor de la rebelión y de la identificación con unos valores de integridad, unión y compañerismo. Sorprende además la presencia de un malvado personaje travestido –algo no tan visto–, y donde los diálogos de gemidos y ruidos de los primeros quince minutos recuerdan a ese brillante inicio de “Wall-e” donde los silencios y sonidos metálicos emergían majestuosos por encima de cualquier línea de inteligente diálogo que los guionistas podrían haber imaginado.

Así pues “Los Boxtrolls” acumulan una importante cantidad de alicientes que invitan a su visionado sin dejar de lado una sustanciosa reflexión postrera para los más adultos de la sala. Una refrescante diversión para grandes y pequeños, donde todo funciona cual pieza de relojería y donde esos maravillosos monstruos empaquetados ejercen de milimétricas tuercas giratorias. El doblaje en su versión original está encabezado por artistas de la talla de Isaac Hempstead-Wright (“Juego de tronos”), Ben Kingsley, Elle Fanning, Toni Collette, Jared Harris, Simon Pegg, Nick Frost, Richard Ayoadeand o Tracy Morgan; y la apropiada banda sonora a cargo del destacado Dario Marianelli, ganador del Oscar por “Expiación”.

En definitiva una pequeña joya de la animación que puede dar que hablar para la próxima ceremonia de los Oscars. Muy recomendable para ver en familia.

Lo mejor: La ternura que desprenden y lo ácido de su discurso.
Lo peor: Como suele suceder en estas cintas, el guion es demasiado predecible.

Valoración:
Banda sonora: 8
Fotografía: 8
Interpretaciones: -
Guion: 6
Dirección: 8
Satisfacción: 8,5
NOTA FINAL: 7,7

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