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Voto de Nashville:
9
6,9
3.757
Drama
En una prisión sudamericana, Luis Molina (William Hurt) y Valentín Arregui (Raúl Julia) son compañeros de celda. Molina es un homosexual encarcelado por seducir a un menor. Valentín es un revolucionario de izquierdas torturado durante los interrogatorios. Para escapar de la realidad, Molina evoca películas antiguas, pero Arregui trata de centrarse en la situación que sufre. (FILMAFFINITY)
6 de agosto de 2008
33 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conmovedora historia sobre el amor y la amistad cuyo planteamiento es bien sencillo: dos hombres encarcelados en una prisión sudamericana comparten su tiempo en la celda hablando de sus vidas y aspiraciones. A partir de ahí, la película deslumbra por lo desgarrador de las circunstancias. Uno de los prisioneros es Valentín –Raúl Juliá- un periodista revolucionario encarcelado por motivos políticos, un duro luchador de firmes ideas. El otro es Molina –William Hurt- un fabulador homosexual apresado por seducir a un menor, que encuentra en su compañero de celda el mejor oyente para sus historias.
Estamos ante una buena película, bien narrada y dirigida, y ante interpretaciones espléndidas, como la de Juliá. Sin embargo, todo queda supeditado a la fascinante y grandiosa interpretación de Hurt en el papel que le dio el Óscar como mejor actor. Sencillamente imponente, es una interpretación tan magistral que resulta imposible hablar de los demás aspectos de la cinta. William Hurt hace que el espectador se enternezca con Molina, se ría, llore, sienta miedo, sienta angustia, le adore o le odie exactamente cuando él quiere. Simplemente hay que disfrutar con este actor colosal y preguntarse por qué a veces se le olvida con tanta facilidad.
Estamos ante una buena película, bien narrada y dirigida, y ante interpretaciones espléndidas, como la de Juliá. Sin embargo, todo queda supeditado a la fascinante y grandiosa interpretación de Hurt en el papel que le dio el Óscar como mejor actor. Sencillamente imponente, es una interpretación tan magistral que resulta imposible hablar de los demás aspectos de la cinta. William Hurt hace que el espectador se enternezca con Molina, se ría, llore, sienta miedo, sienta angustia, le adore o le odie exactamente cuando él quiere. Simplemente hay que disfrutar con este actor colosal y preguntarse por qué a veces se le olvida con tanta facilidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El Beso de la Mujer Araña es una película romántica en el más amplio sentido de la palabra… una historia que quiere hacer creer que todavía hay revolucionarios puros, insobornables, capaces de morir por su causa… más inverosímil aún resulta el “buen rollo” que sin más existe entre los dos protagonistas, tan antagónicos son.
Al final, cuando el espectador abandona la sospecha que seguro había acechado débilmente sobre Molina, emerge una ternura dolorosa… ¡realmente se ha enamorado! ¿cómo puede un corruptor de menores amar de ese modo? ¿cómo puede un vicioso como él llegar a sufrir tanto por el amor a otra persona? ¿cómo puede Molina querer tanto a su madre, cómo puede imaginar esas cosas que imagina con tanta dulzura? Ah pero le esperaba un final tan duro… no podía acabar de otra manera, era el destino de Molina encontrarse de bruces con la realidad después de haber vagado por su particular mundo de fantasía entre las cuatro paredes de la cochambrosa celda. Al menos, fue feliz junto a Valentín y afirmó melancólico como siempre que “lo mejor de sentirse feliz, es que piensas que nunca te sentirás desgraciado”… Memorable William Hurt.
Al final, cuando el espectador abandona la sospecha que seguro había acechado débilmente sobre Molina, emerge una ternura dolorosa… ¡realmente se ha enamorado! ¿cómo puede un corruptor de menores amar de ese modo? ¿cómo puede un vicioso como él llegar a sufrir tanto por el amor a otra persona? ¿cómo puede Molina querer tanto a su madre, cómo puede imaginar esas cosas que imagina con tanta dulzura? Ah pero le esperaba un final tan duro… no podía acabar de otra manera, era el destino de Molina encontrarse de bruces con la realidad después de haber vagado por su particular mundo de fantasía entre las cuatro paredes de la cochambrosa celda. Al menos, fue feliz junto a Valentín y afirmó melancólico como siempre que “lo mejor de sentirse feliz, es que piensas que nunca te sentirás desgraciado”… Memorable William Hurt.