Haz click aquí para copiar la URL
España España · Abroad (de momento)
Voto de Shinboneniná:
7
Comedia Franky es un ladrón de diamantes que tiene que entregar un valioso ejemplar a su jefe Avi, pero, antes de hacerlo, se deja convencer por un tal Boris para apostar en un combate ilegal de boxeo. En realidad, se trata de una trampa para arrebatarle el diamante. Cuando Avi se entera, contrata a Tony para encontrar a Franky y al diamante. Descubierto el triste destino de Franky, la recuperación de la gema desaparecida provoca una situación ... [+]
26 de febrero de 2009
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ni los gitanos parecen gitanos, ni los judíos, judíos, ni los matones, matones. Ladrillo es una suerte de Jack Palance con las gafas del señor Magoo; el Turco parece un chupatintas venido a menos y Brad Pitt se asemeja más a un chulo de discoteca o a un motero que a un gitano boxeador. Si hasta el perro, uno de los mayores aciertos de la película, parece una caricatura de mascota. Aquí, nada es lo que parece, pero no por accidente, sino que cada elemento está planificado al mínimo detalle.

El que algunos denominan "estilo Tarantino" resulta evidente: banda sonora cañera (incluso mejora al amigo Quentin), personajes absurdos, conversaciones ridículas y plagadas de tacos, imágenes repetitivas, montaje sincopado, angulaciones enfáticas, desarrollos paralelos, flashbacks, la omnipresente voz en off de Statham y el inevitable recurso a la violencia, a menudo, gratuita. Sin embargo, la película funciona, no sólo entretiene y es divertida, sino que contiene momentos brillantes. Por encima de cualquier otra cosa, se trata de una comedia grotesca, barroca, exagerada y excesiva. Es el culmen del estilo Ritchie, cuyos rasgos básicos ya se perfilaban en “Lock & Stock”. Ahora el dominio de la puesta en escena es mayor, acorde con el presupuesto, el guión un poco menos fresco, pero más eficaz.

Un tipo de cine que admite muy pocas variantes porque es casi un género en sí mismo. Es lo que tienen los cócteles explosivos: o fascinan o estomagan. De ahí que irrite y obnubile a partes iguales. El problema es que Ritchie no ha seguido progresando como cineasta y ha tratado de exprimir su modelo más de la cuenta. Buena prueba de este agotamiento es su reciente “RocknRolla”, un ejercicio de autocomplacencia bastante poco afortunado. De momento, la versatilidad como director del ex de Madonna brilla por su ausencia, pero hay que reconocer que cuando da en el clavo, es el mejor en lo suyo, superando incluso a Tarantino, cuya principal virtud, que no es poca cosa, radica en haber inaugurado un cine que mezcla la comedia negra de toques surrealistas, con el cine más violento y casposo de la serie B videoclubera, todo ello aderezado con una pizca de cómic.
Shinboneniná
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow