Por momentos, da la sensación de que "Duplicity" es una secuela de las secuelas de "Ocean's Eleven"... estafas, engaños y timos a ritmo de comedia con Julia Roberts en el ajo. Se cambia Las Vegas por Londres, Clive Owen por George Clooney, el mundo de los hoteles por el de las empresas, se cubre todo con una pseudocapa de espionaje... y listo.

En resumidas cuentas, la cosa es tan simple o complicada como se quiera entender: Julia y Clive se quieren, pero se pasan toda la vida engañándose entre sí y a los que le rodean para intentar hacernos pasar un buen rato a base de esa extraña forma de sentido del humor basada en marear al espectador con giros y más giros, flashbacks y más flashbacks, hasta desconcertarle y no saber en qué parte de la trama se encuentra. Para hilvanar los giros, se intenta meter por medio a la CIA y al MI6 (con calzador) para perseguir una estética de estafas de alta tecnología y justificar incomprensibles diálogos de imposibles pirateos informáticos con muchos cachivaches de la Tienda del Detective por medio.

No sé. Si se presta atención y se ve un par de veces, al final la cosa termina quedando medio clara. Aunque excesivamente rápidos (casi como parloteo), los diálogos son ingeniosos y hacen que la película sea entretenida; exagerada e inverosímil, pero muy entretenida. No hay ninguna clase de complicidad entre Julia y Clive (se supone que son pareja en la ficción, pero parecen dos colegas de curro que no se llevan bien) pero lo compensa las buenas interpretaciones de Tom Wilkinson y Paul Giamatti que curiosamente, ya que sólo coinciden en una escena, tienen bastante más química que los protagonistas.

Buena y entretenida, seguramente un buen ejercicio cinematográfico... pero no llega a conectar, no mete al espectador en la película (en todo momento queda claro que el espectador está a un lado y la peli al otro), no le hace ser partícipe. No sé como explicarlo... ¿ausencia de empatía?