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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
7
6,8
6.636
Documental El siempre polémico Michael Moore denuncia el sistema capitalista de Wall Street, adoptando un punto de vista que analiza la crisis finaciera mundial y la economía estadounidense en plena transición entre la administración entrante de Barack Obama y la saliente de George W. Bush. (FILMAFFINITY)
12 de febrero de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras arremeter contra las armas, contra la guerra de Irak y contra la industria aseguradora de Estados Unidos, Michael Moore ataca como sólo él sabe contra la economía en general y el capitalismo norteamericano en particular. ¿La receta? La misma de siempre: un poco de sensibilería inicial, unas cuantas anécdotas simpáticas ciertas, unas cuantas verdades a medias, meternos el miedo en el cuerpo, unas cuantos hechos indemostrables, mucho buen rollo, ninguna solución práctica, ofrecer unos culpables fácilmente reconocibles… y mucho, mucho abuso del viejo aforismo latino “post hoc, ergo propter hoc” (ha ocurrido después, luego es la causa) para establecer supuestas relaciones incuestionables en hechos que, a poco que se reflexione sobre ellos, aparecen como poco o nada vinculados: supongamos que nos dice que George Bush Jr fue nombrado presidente en el año 2000 y que la crisis económica empezó en 2002… como la crisis empezó después de que G.W. Bush fuese presidente, GW Bush es la causa de la crisis. Suena a simple palabrería ¿verdad? Pues en el mundo del cine, con la música, el montaje y el sesgo apropiado en las imágenes es posible. Y Moore es un experto.

Eso sí, Moore nos lo cuenta de una forma tan ágil, tan amena, tan simpática y, sobre todo, tan fácil de entender, que cuesta discutirle nada. Encima parece que somos más listos después de ver sus “documentales” porque con ese tono conspirador con que cuenta las cosas, da la impresión de que estamos accediendo a información que nadie más conoce.

Con todo, me gustan los documentales de Michael Moore porque dan que pensar y, durante dos horas, la gente se siente un poco más lista mientras se plantea asuntos que se alejan de su día a día y a los que nunca imaginó que podría llegar a dedicar un rato de su mente. Además, son entretenidos, cuentan cosas novedosas y, ofrecen puntos de vista verdaderamente originales sobre algunos temas. Cierto que muchos de esos puntos de vista son delirantes, otros son sectarios y la mayoría no resisten un mínimo análisis serio… pero si nos paramos a sacar el polvo de la paja, siempre se puede aprender algo.

En “Capitalismo, una historia de amor” los malos son los de siempre: los plutócratas, los bancos, Bush, el congreso, la avaricia y el capitalismo y las pruebas son que una familia de Maine está a punto de ser expropiada, que los pilotos cobran poco y que unos panaderos de Wisconsin montaron una cooperativa socialista y les va bien. ¿La solución? Moore no se atreve a decirla porque a) no la sabe y b) lo que él cree que más se aproxima a una solución se llama comunismo, pero no tiene las agallas de nombrarlo… afortunadamente, porque era lo que nos faltaba: que alguien sugiriese retroceder 70 años, a la época de las colectivizaciones, en un momento de idiotez colectiva como éste en el que cualquier gilipollez se presta a debate televisivo o radiofónico.
OsitoF
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