Éranse una vez unos tipos que recogían muestras de dinosaurio en la isla Nublar, donde estaban ambos fracasados parques temáticos Jurassic. Y de bien que recogen huesos (las criaturas marinas hacen un trabajo excelente. en tres años te dejan un dinosaurio genéticamente modificado como el Indomitus Rex en los huesos, pelado y limpio, listo para poner en un museo), a estos exploradores se los comen los dinos. Fin del cameo ¿Era un cameo? Claro hombre, tiene que haber una escena en la que se muestre lo fieros y peligrosos que son estos bichos, como en la primera. Pero en ridículo: "¿Quée? No os oigo, estamos en una isla plagada de bichos enormes y hasta que no me digais -tienes un dinosaurio detrás- no pienso correr!". Luego, sale Jeff Golblum (cameo).

Pero olvidemos totalmente a estos tipos. Queremos ver a Chris Pratt y a la pelirroja que corría con tacones a 40 km/h ¿Qué pasó con ellos? ¿Tuvieron secuelas después de una experiencia traumática? ¿Sueñan, como Alan Grant en la pésima tercera película, con temibles dinosaurios sentados a su lado? Pues no. La pelirroja sigue igual de divina que en la primera, pero en vez de estar en el talego por haber liderado un parque temático que terminó en catástrofe, está liderando una ONG de "Salvemos a los dinosaurios", en donde está la típica pareja de personajes de corrección política y cuota de diversidad. Una asiática mascachapas (porque eso significa mujer empoderada en el catálogo de personajes de "mi primer blockbuster": tipa intratable e hiperagresiva que no habla: sólo ladra-escupe sobre lo mucho que no cumple con un rol de género, y no eructa y se tira pedos atronadores porque no tiene tiempo suficiente en pantalla), y un informático de color. Como es informático, es cobarde y chillón y no merece muchas más palabras, porque sólo está ahí para hacer bulto y solventar problemas técnicos.

Con esta flamante ONG de 3 personas, Pelirroja acepta un trato de un supuesto socio de Hammond: vayan a salvar a los dinosaurios, porque hay un volcán que va a quemar todo lo que hay en la isla. El socio de Hammond tiene como lacayo a un joven demasiado repeinado como para ser honrado. Es más, su risa falsa hace que luzca en la frente el tatuaje de "soy el malo y os voy a traicionar" demasiado deprisa.

Pero claro, para eso necesitará convencer a Starlord. Porque ¡Le ha dejado! Se los veía tan felices juntos en la anterior... Pero Pelirroja es demasiado señorita, y Starlord es ese héroe guaperas, elegante-sin-querer-queriendo y un poco garrulo, pero que por un momento piensa con la cabeza: ¿Qué se nos ha perdido en la isla? ¿A mí que me importa si los bichos se mueren? ¡Si casi morimos nosotros! Pero Pelirroja ablanda ese corazoncito diciendo "Blue está ahí, es tu perrito escamoso fiel. no la abandones, ella nunca lo haría". Solucionado. Starlord se une a la expedición.

Pero una vez en la isla, descubren que ¡horror! El malo les traiciona y solo quiere que Pelirroja ponga su mano en el sistema para rastrear los dinos y llevárselos. Los cazadores-malosos son malos pero demasiado compasivos como para volarles la cabeza a los buenos una vez obtienen lo que quieren de ellos, así que los que no dejan dormidos, los dejan encerrados o los capturan y se los llevan. Dejando tanto cabo suelto es de cajón que los buenos van a levantarse/escapar de una isla en llamas con dinosaurios huyendo en desbandada, y no solo se van a salvar, sino que VAN A ENTRAR en el barco de los malosos SIN QUE LES VEAN CON UN CAMION QUE SALTA DEL MUELLE, y a seguirles la pista camuflados entre sus gentes (se ve que los villanos lo que es el control de personal no lo llevan muy bien) para descubrir el malvado plan: vender a los dinosaurios al mejor postor y crear otro bicho hiperpoderoso (refrito de villanos de JP1 y JW1) al que vencerán gracias al poder de la amistad. Y de postre, todos los dinosaurios andan sueltos por la calle. Se me acaban las palabras, pero es una risa. Y hay una niña clonada... Que no nos importa. FIN.