Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de Eduardo:
8
Thriller. Drama. Romance Corea, década de 1930, durante la colonización japonesa. La resuelta joven Sookee es contratada como criada de una rica mujer japonesa, Hideko, que vive recluida en una gran mansión bajo la influencia de su dominante tío. Pero Sookee está allí con un propósito secreto: ayudar a un estafador que se hace pasar por un conde japonés para seducir a Hideko y heredar después la fortuna de su tío. (FILMAFFINITY)
11 de junio de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Park Chan-wook se va imponiendo poco a poco como el mejor realizador de la abundante hornada sudcoreana de la´s dos últimas décadas. La doncella es muchas cosas a la vez, y ninguna defrauda: un relato gótico, una novela de intriga, un cuento erótico, un estudio de la naturaleza humana, una película romántica... Preciosista, delicada, descarnada, momentáneamente gore, canto glorioso al sexo lésbico, una miniatura que poco a poco va desvelando toda su belleza, en cada detalle que emerge a la luz en su debido momento.
Lady Hideko vive sojuzgada por su tío, un perverso que habría hecho las delicias del divino marqués. Desde pequeña ha sido adiestrada para leer en voz alta fragmentos de literatura pornográfica, ante un reducido público compuesto por personajes tan repugnantes como su tío. Pero un día se cuela en la casa un impostor, un indeseable, un estafador que se hace pasar por conde japonés. El individuo propone matrimonio a Hideko para hacerse con la fortuna que le corresponde por herencia. No oculta en ningún momento que su oferta no está motivada por el amor o el sexo, sino por el dinero. Al casarse, ambos saldrán ganando. Tiene una cómplice, que entrará como doncella de Hideko para luego jugarle una mala pasada. Pero el pobre conde no cuenta con los sentimientos que, a veces, surgen entre las personas y cambian vidas, planes y perspectivas...
Lo demás es spoiler. Narrada en tres actos, o partes, La doncella va desgranando su intriga, inspirada en una novela de Sarah Waters, notable escritora lesbiana que goza de gran predicamento en la actualidad. Sin miedo al sexo explícito, más estético que apasionado (aquí no encontraréis las arrasadoras escenas de La vida de Adèle), Park Chan-wook construye con parsimonia una obra que debe beberse despacio. Que no asusten a nadie sus 144 minutos. No se notan. Además, 10 son de títulos de crédito. Dejaos absorber por la impagable fotografía, la poética banda sonora, por los meandros de la historia y, sobre todo, por la magia de las dos Kim. Puestos a elegir, elegiría... a las dos. Cuentan las crónicas que Kim Min-hee, con 17 títulos en su haber, conoció a la debutante Kim Tae-ri y se comprendieron ipso facto. La verdad es que se las ve muy a gusto en sus escenas eróticas, lo cual es muy de agradecer.
La doncella bien vale dos horas de vuestro tiempo. Si algo se le puede criticar es su extremada frialdad: en ningún momento te sientes conmovido, excitado o trastornado. Es como estar contemplando un retablo muy hermoso en que la perfección se impone a todo lo demás. Pero volveré a verla, de eso estoy seguro.
Eduardo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow