En este comienzo de la crítica, cabe destacar que si siempre deseamos que un filme todos los actores actúen bien a las diferentes cintas, las cuales estamos acostumbrados, será un grave error ya que no podremos lograr o descubrir el sentido del argumento. Comienza con un aspecto oxidado y dubitativo, ya que empieza a haber acontecimientos muy rápidos y como es natural, incomprendidos.

Antes de empezar detalladamente con la crítica en sí, hay que aclarar varios aspectos.

Sin lugar a dudas, el que mejor ha interpretado su papel Robert Sheehan, dando lugar a una personalidad de rebeldía, criminal etc.
En cambio Rupert Grint, fue como ya había supuesto antes de empezar el filme. Una actitud bastante inexpresiva, siempre con los mismos gestos etc. Con estas cintas observamos como no existirá un gran éxito más allá de Harry Potter

El filme, objetivo de análisis, tiene lugar en tres adolescentes de distinta clase social y personalidad.
Rupert es un muchacho con familia acomodada, con una mente bastante tímida, provisto de normas y horarios y muy manejable.
Robert es un muchacho que anda repartiendo droga y vive con su padre, un drogadicto. Ambos están en "poder" de su hermano, que es el principal jefe de una especie de mafia. Su personalidad consiste en un muchacho juega con las drogas (vendiéndolas o bien consumiéndolas), fuma y que sus problemas con el hermano y el padre hace que no pare de sentirse infeliz e incómodo, a pesar de recibir dinero y un techo.
Kimberley, por otra parte es una muchacha malcriada y consentida que se mudó con un padre que mantiene relaciones con menores y con una forma de ser muy distante a ella. Está muy incómoda ante unos padres separados que pasan de ella y como prácticamente todo adolescente, desea llamar la atención de alguna forma.

En el desenlace vemos un círculo muy vicioso a la hora de la relación entre los chicos y ella. Ambos intentan demostrar sobrepasar los límites de lo normal haciendo cualquier clase de actos (la mayoría de vandalismos) para gozar de una mayor atención de la muchacha. Pero esto se va a convertir progresivamente en algo que va a alternar en ambas polaridades. Habrá momentos en los que los muchachos estén bien y se hablen, y otros en los que discutan y lleguen hasta a pelearse.
La muchacha hará que se produzcan cambios en ambos, pero también ellos harán cambios en la muchacha al ver como no se cumplen todos sus planes.