Aún no se me ha cerrado la boca después de visionar Argo. ¿Es una señal de admiración? No ¿Me he quedado anonadado? Si. Increíble, señor Affleck, ni usted mismo se lo cree. Porque si la reacción primera es de estupefacción, los siguientes minutos-y no digo horas-es de indignación ante el hecho de que se premie una película de ese calibre. Y escribo película porque tal es como aparece en sus títulos de crédito: su director, sus intérpretes, su guión, sus cositas, etc... Pero los que llevamos viendo cine desde hace ¡¡¡ muchos años!!!! y hemos mamado de fuentes que ahora no vienen a cuento, no podemos mas que abominar de semejante engendro denominado Argo.
Nada es creíble, el guión hace aguas, el director se desmadeja y el thriller se desinfla como un algodón de azúcar en la boca de un ávido infante.
Creo no caer en el apartado “spoiler” al tratar de digerir la secuencia en la cual los rehenes se dirigen hacia un aeroplano: no son actores, son meros monigotes por no decir maniquíes de cualquier Zara o H&M. Es la imagen que circunda y sobrevuela toda la película a la que le sobran mas de 30 minutos…..o todo el metraje se si me apura. Todo es cartón-piedra, agüilla de borrajas y desconsuelo. El señor Oscar debe estar lamiéndose las heridas al ser utilizado su nombre para premiar semejante engendro de film.