He visto las seis temporadas de Sexo en Nueva York y creo que es una serie excelente. No se trata ni de machismo ni de feminismo, se trata de cuatro mujeres jóvenes, libres, divertidas y con éxito en diferentes aspectos de su vida, como podemos ser, en distintos niveles, cualquier mujer de la sociedad del primer mundo. Desde luego el que haya visto 2 ó 3 episodios, para hacer una crítica más concisa, habrá que ver un poco más porque tiene su historia.

Como todo el mundo da su opinión libremente, la mía es que la gente le da una importancia excesiva al significado de la serie, es decir, si tienen que saber cocinar para ser mujeres independientes (a ver qué tendrá que ver), si es machista, si no es real... cada uno la hace real o no dentro de sus posibilidades y en su entorno. Evidentemente que las menos, pueden llevar zapatos del fantástico Manolo Blahnik, pero a quién vamos a engañar, la mayoría de las personas nos sentimos atraídas por la moda, el éxito y por las personas del sexo contrario (o del mismo). Otra cosa es que nos conformemos con más o con menos.
Desde luego, la sociedad hace lo mismo que las cuatro protagonistas pero a unos niveles menos hollywoodienses, pero todos salimos a buscar unos zapatos que nos combinen con aquella camisa para ir a la fiesta que da Marisa la del 5º, o estamos siempre echando el ojo al nuevo/a en la oficina o al amig@ de mi amig@ que es solter@.

La serie es eso, una serie. La gente que ve en ella una difamación de la mujer por ser liberal y divertida... señores, salgan a la calle. El mundo es ese, desde hace mucho tiempo: consumismo, relaciones interpersonales, diversión y la búsqueda del amor definitivo.

Yo veo en la trama bastante bien reflejada en cada una de sus cuatro protagonistas la mujer de hoy en día... la que vive en el presente, quiero decir.