Hace rato no veía una película tan lacrímogena para ver en pareja. Gerard Butler famoso por su películas de hombre rudo y con picardía, lo cierto es que se inserta bien en este film romántico donde junto a la versátil Hillary Swank interpretando a una pareja que verá como su historia de amor sufre un violento giro.

El guión está basado en un libro lo cual nos señala que la cosa va por el lado dramático o de buen sustento, en serio.

A diferencia de los críticos o comentaristas que al final terminan contando toda la película o le restan sorpresa al revelar aspectos clave de ella, me permito advertirle mejor no sobre el largometraje en sí, sino en cuanto a lo que usted debiera esperar de una historia como “P.S. I love you”.

Por ejemplo, ¿es una película para ver en pareja? Sí, pero atención porque luego del final los ánimos no quedan muy encendidos como para salir a algún lado, menos pensando en una juerga. Más bien es para verla acurrucados en un sillón o en la cama.

Lo otro, vaya disimuladamente por unos pañuelitos. Tiene partes muy bravas donde, siempre viéndola con la pareja, es imposible que no pase por la mente qué hacer ante una situación como la que viven los protagonistas. Románticamente atroz.

La duración. Cerca de dos horas, prográmese para que no haya interrupciones, ya que cualquier cosa que corte el hilo mata el ambiente que se está creando con la pareja y de hecho, olvídese de celus y vaya al baño antes. Mínimo algo de actitud.

Si usted es un mamón que llora hasta con los comerciales está película le gustará. No sé si entrega grandes moralejas o si es una obra prodigia del cine, pero hay algo que los parámetros convencionales no contemplan; que compartir un momento de intimidad y complicidad con tu pareja es lo mejor para unir a dos personas en torno que los emociona, y ese es el objetivo del arte y aunque el cine a veces se nos olvida, no sólo es entretención, sino arte, entonces el objetivo se cumple.


:)
Conclusión:
Románticamente atroz.