A grandes rasgos, los aspectos más destacados del film son los siguientes: un niño que no me gusta como representa su papel, no asusta, una estética que el director emplea aunque de una forma más ligera y, por lo tanto, con un toque no tan visualmente exagerado y en mi opinión "negativo" respecto a "Los renegados del diablo", gran cantidad de sangre y de asesinatos no demasiados conseguidos pero fundamentados en asustar algo al espectador sin alcanzarlo excesivamente, un guión propio y básico de películas que se titulen el origen (si hablamos de las de terror claro), y como no podía ser menos, entretenimiento notable gracias a el psicópata Myers de toda la vida, a una dirección "correcta", y lo digo por la forma de crear tensión, interpretaciones de secundarios aceptables y la máscara de siempre, aunque de gran calidad.
Puedo decir que, a pesar del género, a cuya películas suelo otorgarle más nota por la atracción personal, el director no ha terminado de convencerme una vez más, al igual que en "Los renegados del diablo" (allí lo hizo mucho menos).
Espero que la próxima vez mejore, ya que con el material de fondo con que contaba, el resultado podría haber dado mucho más de sí.