He quedado desconcertada. Me habían recomendado mucho a Paul Thomas Anderson, y decidí empezar con ésta película. Pero la verdad, quedé defraudada.Ya iba avisada de que esto no trataba de la Cienciología en sí, pero aún así no encuentro por dónde cogerla. Yo esperaba un gran y fuerte desarrollo de la relación entre el Maestro (Hoffman) y el Discípulo (Phoenix), lo que prometía el inicio, para que Freddy Quell obtuviera sus propias alas, se despegara del nido del Maestro y consiguiera la verdadera libertad al final, pero vamos, de eso sólo se ve muy poco, y aprisa.
Entre sus puntos fuertes se encuentra la magnífica actuación de ambos protagonistas y una idea interesante, (aunque en mi opinión está mal desarrollada), y la caracterización de la secta (si creen que lo que vieron es descabellado, es que no han visto a la secta de Los Niños de Dios, por ejemplo).