Luc Besson es un director irregular. Tiene títulos buenos y otros malos. Suele meter la pata cuando tira por el camino del humor. Pero sin duda, "Leon" es una de sus películas más importantes.
Con uno de los mejores actores galos (Jean Reno) y uno de los mejores actores estadounidenses (Gary Oldman), nos cuenta una historia de género negro de un asesino a sueldo con poco cerebro y gran corazón.
Pero, como todo el que la haya visto sabe, aquí quien brilla de una manera descomunal es una niña llamada Natalie Portman.
Su actuación es brutal, y con razón fue descubierta aquí como nueva estrella. Es impresionante la credibilidad de su personaje, y muy curiosa su relación con Leon, que es todo un asesino a sueldo forzado a hacer de padre por las circunstancias. Los acontecimientos de las violentas escenas del principio marcan su personaje, convirtiéndola en una dura mujer en el cuerpo de una aparentemente inocente niña.
Besson tiene fama de ser director de acción, pero en este caso prima más el drama y los tiroteos están concentrados sobre todo en el último tramo del film.
La recomiendo a todo cinéfilo que sepa valorar buenas actuaciones, pero también a los que les guste el estilo peculiar de Luc Besson.