Esta película constituye un homenaje nostálgico y musical por parte de su director al rock de los 70.
La historia, centrada en un grupo musical de gira y sus "groupies", a quienes acompaña un jovencísimo aspirante a periodista, en general no es nada del otro mundo.
Los personajes son carismáticos y tienen personalidades interesantes. Pero eso no es suficiente porque el argumento es bastante cotidiano, simple y lento de ritmo. No pasa nada extraordinario en todo el metraje, más allá de que suena buena música y somos testigos de la camaradería y buen rollo de estos amiguetes.
Por otro lado, el film supuso que se diera a conocer a Kate Hudson, en un personaje absolutamente adorable, que le valió el reconocimiento de la crítica. Las mejores escenas son siempre en las que sale ella, una chica que parece díscola pero que en el fondo es todo corazón. Es un personaje querible muy bien representado por la actriz.
Otra secuencia que destaca es la del avión, un tanto cómica pero que demuestra que no es un film que ofrezca un guion demasiado fuera de serie.
Entiendo que pueda haber muchos espectadores que crecieron en los 70 (especialmente en Estados Unidos) que alucinen con esta ración de nostalgia. Como no es mi caso ni tampoco me gusta demasiado la música de aquel momento, la película no me parece tan especial. Y es por eso que no le puedo dar más nota, además de ser una de esas en las que pierde muchísimo cuando la ves más de una vez.