Como en los buenos trucos de magia, Brian De Palma juega con el espectador desde el principio hasta el final. Hay que permanecer muy atento para pillar todos los recovecos de la trama y entenderlo todo. Aunque tenemos todos que reconocer que después de esta película salieron muchas infinitamente más complicadas que esta ("Matrix", "Origen" o "Memento", por ejemplo).
Aparte del espionaje, hay escenas de acción realmente buenas, de las que sirven muy bien para el tráiler y permanecen en la memoria como lo mejor del film.
El director lleva muy bien la batuta. La primera misión es todo un derroche a la hora de hacer un buen montaje, mientras nos presenta a todos los personajes y al mismo tiempo transmite la tensión de una operación encubierta de espías.
Nunca he visto la serie original, pero doy por hecho que la espectacularidad de las tres misiones que aparecen aquí supera con creces lo que podía verse en televisión.
Creo que su mejor acierto es mezclar perfectamente la acción con el espionaje puro y duro, pero con un estilo con personalidad propia que no resulta excesivamente parecido a cosas ya vistas, como James Bond.
Tiene algunos fallitos (¿Tanta seguridad en la sala del terminal y no se les ocurre poner una maldita cámara?), pero se le puede perdonar.
Un comienzo dignísimo para una de las sagas que más ha elevado la fama de un actor, y eso que la segunda parte fue bastante mala.