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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
9
Comedia. Drama Después de hacerse famoso interpretando en el cine a un célebre superhéroe, la estrella Riggan Thomson (Michael Keaton) trata de darle un nuevo rumbo a su vida, luchando contra su ego, recuperando a su familia y preparándose para el estreno de una obra teatral en Broadway que le reafirme en su prestigio profesional como actor. (FILMAFFINITY)
24 de enero de 2015
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Birdman es uno de los campanazos de 2014, una de las pocas películas que ha conseguido hacer coincidir, casi por completo, a los críticos de todo el mundo en su conclusión de que es un trabajo sublime todo lo que hay tras ella.

Alejandro González Iñárritu dirige en solitario y escribe junto a Nicolás Giacobone, Alexander Dinelaris y Armando Bo el guion de Birdman. Cada palabra de dicho guion está destinada a llenar un espacio vacío hasta hacer que todo lo que tenemos en la historia quede completo, hasta rebosar, de identidad. La dirección, por su parte, tiene como cometido hacer que vivamos dentro del protagonista, igual que ese hombre pájaro que le da lecciones en su mente. La historia sobre el guion parece sencilla, con la base de un actor que fue estrella de la gran pantalla y ahora trata de ganarse el respeto en el teatro consiguiendo, de paso, hacer crecer su maltrecho ego mientras vive la batalla de su vida tratando de "reparar" a su hija, en proceso de rehabilitación por alcohol y drogas mientras otro reputado actor con una personalidad delirante parece torpedear todo aquello que le importa ante la mirada no ajena de su ex-mujer, su actual pareja, la chica de la que en realidad parece estar enamorado y su peculiar productor. Con eso y con un teatro de Broadway, Iñárritu hace que los operarios de cámara se desplacen por los estrechos pasillos del backstage siguiendo a los personajes a donde sea que vayan en lo que es una de las mayores colecciones de planos secuencia vistas hasta la fecha y, si se me permite, la que más estilo tiene de las que un servidor ha visto. En determinados momentos, el espectador olvida por completo cómo ha empezado cada escena, como si se tratara de una discusión de pareja en la que todo empieza por un "no has fregado los platos" para acabar con un "tu madre es una bruja", olvidando el principio de la pelea para centrarse en la evolución de la misma. La puesta en escena es tan deliciosa y está coreografiada con tanta precisión que uno se pregunta, por momentos, si asiste a un trabajo de ficción o a un documental sobre lo que fue y ya no es o, tal vez, sobre lo que nunca fue y, por primera vez, es.

Michael Keaton está grandioso. Su trabajo es una verdadera maravilla, entendiendo todas y cada una de las inquietudes de su personaje y expresando las "emociones complejas" de las que habla su personaje con una verdad estremecedora. Emma Stone está grandiosa y deja, para el recuerdo, un ataque de verdad contra "su padre" en una gran escena y un par de momentos brillantes en la azotea con Edward Norton, que deja un trabajo para el recuerdo con un personaje que tiene un fondo desbordante y unas formas que paralizan al espectador y que quedan reflejadas en el trabajo del mejor actor de su generación. Naomi Watts está excelente en ese personaje carcomido, melancólico, frustrado y romántico hasta la saciedad, explotando cada uno de sus atributos para darle una forma compleja con un mecanismo todavía más enrevesado. Zach Galifianakis, irreconocible, se muestra absolutamente magnífico en su papel, que pese a ser un personaje de rol de apoyo, no deja de tener sus propias inquietudes internas más allá de lo que nos muestra, haciendo, el actor, que quede patente la idea de Iñárritu de que aunque habla de éxito profesional, siempre va marcado por su vertiente personal.

Resumiendo: Birdman es una obra maestra. Aunque 21 gramos es más compleja, Birdman es más completa y supera a la primera en su capacidad técnica, lo que deja a ambas casi en un empate, pese a que quien escribe estas palabras prefiere la protagonizada por Sean Penn. El trabajo de Iñárritu en ambas, cada una en su versión, es un auténtico lujo al alcance de muy pocos y lo que hace en Birdman, que es de la que hablamos ahora, merece el reconocimiento mundial para el director mexicano.
Grijander
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