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Voto de Crítico Diletante:
6
Thriller. Drama La coronel Katherine Powell (Helen Mirren), una oficial de la inteligencia militar británica, lidera una operación secreta para capturar a un grupo de terroristas en Nairobi, Kenia. Cuando se da cuenta que los terroristas están en una misión suicida, ella debe cambiar sus planes de 'capturar' por 'matar'. El piloto estadounidense de drones Steve Watts (Aaron Paul) recibe la orden de destruir el refugio donde se hallan los terroristas, ... [+]
19 de septiembre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película presenta la normalidad, frialdad, incluso inhumanidad con la que se trata la crudeza de la guerra moderna. En la que te puede llover tranquilamente y sin enterarte un AMG-114Hellfire, dejado caer por un soldado cualificado, sentado frente a un ordenador en un barracón de una base, en vete a saber que parte de los EEUU, con la facilidad del que está matando marcianos jugando al Asteroids. Trabaja el Dilema Moral y quizá no erróneamente. Aunque quizá obvia que en las decisiones ya no solo juega la moralidad (política, social, personal...) también los intereses (económicos, políticos, personales...).

Yo de cine no soy un gran experto, pero por mi profesión he de decir que el Dilema Moral lo ha retratado perfectamente y ya no solo el dilema en si, también cada uno de los comportamientos (estadios) que distintas personas pueden adoptar frente a estos dilemas: Aquellos que aprueban la decisión por jerarquía de mando, aquellos que basan su decisión pensando en ellos mismos y en lo que les suponga menor cargo de conciencia, aquellos que buscan su solución en el reflejo que les devolverá la opinión pública, aquellos que eligen en función del compromiso o el grado de responsabilidad que se otorgan, aquellos que como Poncio Pilatos se lavan las manos y ven en no ser quien decida la mejor decisión y aquellos que, normalmente en balde, tratan de modificar la ecuación, modificar o condicionar que la opción a escoger cambie, haciendo más favorable una u otra decisión.

En cualquier caso, su problema es que todo esto lo trabaja con pasmosa simpleza propia de las películas claramente antibélicas en su intento de ser lo más representativas a la realidad y alejarse lo más posible del espectaculo y de los patriotismos, que normalmente si vemos en las películas bélicas con ese famoso "fin que justifica los medios". Quizá por eso el cine bélico gana por goleada en taquilla y aceptación al cine antibélico, el primero con mucha traca nos presenta a un "héroe" con una causa justa y nos hace creer en ella, el segundo con cierta ambigüedad nos hace dudar en si nuestro ya reconocido "héroe" puede actuar de cualquier forma, incluso fuera de lo moral o legal, por esa causa justa.

La película, dentro de su rol de antibélica adquiere ese carácter anodino, se limita a hacerme rebotar de escenario en escenario, de diálogo en diálogo y al final lo único notable son las interpretaciones del reparto y cómo se posicionan según su personaje ante el dilema que se les presenta y cómo les afecta su decisión. En esta línea quiero destacar, por supuesto a H. Mirren (Katherine Powell), vuelve a sentirse cómoda con ese personaje férreo en convicciones y determinante en la trama, prácticamente vengo de ver y criticar Trumbo y no deja de fascinarme. Por otro lado y con el permiso de A. Rickman (Frank Benson) y A. Paul (Steve Watts) no he podido dejar de apartar la mirada de Barkhad Abdi (Jama Farah) que con su personaje secundario consigue dejarme ver otro registro y admirarlo más después de su ya gran trabajo en Captain Phillips como el pirata somalí Abduwali Muse.

A pesar de ello no me disgusta, es más me entretiene y me parece interesante y por supuesto ya sea viéndola solo o en compañía me envuelve en los debates que suscita y la agradezco como descanso a las grandes hazañas bélicas a las que nos acostumbra el cine.

Lo mejor: el trabajo del reparto, con Helen Mirren a la cabeza, que carga con el mayor peso interpretativo y cumple con creces, de nuevo, en ese papel que ha de despertar la moral del espectador.
Lo peor: del verbo thrill: asustar, estremecer, emocionar; deriva la palabra thriller y esas han de ser sus intenciones, la película no consigue ninguna.
Crítico Diletante
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