Un minero llamado Fidel decide echarse la familia a cuestas e ir caminando desde Mieres hasta Madrid para pedirle cuentas al mismísimo Rey de por qué no se cumple la Constitución, en la que señala que todos los españoles tienen derecho a un trabajo digno. "Road movie" a la española y de las pocas dentro de su género donde un vehículo de motor no es el eje central de la trama.

Con la letra de "La trova del mineru" marcada a fuego en su corazón, el matrimonio formado por Resines, Ozores y su hijo, parten de su ciudad natal (Mieres) con el convencimiento de que su llegada a Madrid no caiga en saco roto. Ellos no buscan la fama (aunque bienvenida sea), lo que pretenden es dar con soluciones laborales para una ciudad industrial que vive de la peligrosa minería y donde los accidentes son el pan suyo de cada día.

Convencimientos aparte, no tardarán en darse cuenta de la dureza de su cometido. Y es que cargar con la tienda de campaña y la ropa chupándose todos los arcenes -y tubos de escape- durante 500 km, soportar la humedad del norte o el agobiante bochorno de la meseta y sobre todo, mantener a la familia unida a lo largo de un mes, no es tarea nada fácil. Además otro enemigo les rondaba por sus cabezas, no es otro que el qué dirán y si de verdad merece la pena hacer todo eso para volver de la Zarzuela con las manos vacías.

Durante su periplo y mientras el cansancio va pasando factura, la familia conocerá a peculiares personajes, unos para bien y otros para mal. Camioneros, mendigos, guardias civiles, prostitutas, inmigrantes, etc., cada uno con algo de oxígeno que aportar al guión, porque éste resulta por momentos algo simplón e inocente. No obstante, en cada alto en el camino también habrá momentos para reír y darse cuenta de que estas "vacaciones" han sentado muy bien a la familia, habiendo o no finalizado con éxito su viaje.

Una película con un reparto de lujo que mezcla muy bien la tragicomedia de una familia que va andando desde Asturias hasta Madrid. Quizá adolezca de poco creíble en su tramo final, pero por su banda sonora, por un Resines de nuevo en estado puro, por un par de momentos logrados a favor de la comedia y por ese par de huevos de andar 500 km en busca de unas soluciones (recordar que está basada en un caso real), se lleva mi aprobación para ser una de las mejores películas que he visto en las últimas semanas.