La razón de esta crítica es dar un golpe encima de la mesa, y decir que sí, le pese a quien le pese, Rocky es una notable película. No me he vuelto loco, no estoy diciendo que sea la octava maravilla del mundo (su guión es algo flojo), pero tiene muchas más virtudes que las que por su temática o su actor principal (Sylvester Stallone) se le suponen. En primer lugar algo indiscutible, su banda sonora. Temas como Gonna fly now o Eye of the tiger no merecen mayor comentario. En segundo lugar unas muy notables interpretaciones, Burgess Meredith en el papel de Mickey da una lección de actuación, y tanto Burt Young (Paulie) como Talia Shire (Adrian) están fantásticos en su papel del borracho cascarrabias y mujer tímida que espera una vida mejor. El propio Stallone está muy bien reflejando a ese "gran" perdedor que es Rocky. En tercer lugar unas escenas de mucho nivel como aquella en la que Rocky aconseja a Marie, el cabreo en casa de Rocky entre él y Mickey, la de la pista de hielo, o aquella en la que Paulie borracho empieza a destrozar la casa. Escenas de gran nivel interpretativo. Y cuarto y último es porque sí, señores, ROCKY EMOCIONA. Todos hemos querido subir esas escaleras, y todos quisimos tener esa oportunidad para salir del anonimato. Todos somos Rocky. Y Rocky no es una película de boxeo, es un cuento de hadas. En conclusión, una película notable, perjudicada por sus nefastas secuelas que nunca debieron existir, por ser Stallone su protagonista, y por ganarle el Óscar a Taxi Driver, para mí con toda justicia.