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España España · Sevilla
Voto de Bakunin:
10
Serie de TV. Thriller. Drama. Comedia Serie de TV (1999-2007). 6 temporadas. 86 episodios. Crónica de la vida cotidiana y de las aventuras personales y profesionales de una familia mafiosa que vive en Nueva Jersey. Son gentes sencillas, pero implacables en sus ritos y tradiciones. La trama se basa en las confidencias del "capo" Tony Soprano (James Gandolfini) a su psicoanalista, la doctora Melfi (Lorraine Bracco). (FILMAFFINITY)
28 de junio de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Había algo cautivador en la risa perversa de ese gordo xenófobo, sociópata y entrañable hijo de la gran puta. En esa risa llena de misterio y familiaridad cabía media filmografía de Fritz Lang. Un oso de peluche gigantezco que con los clásicos acordes de fondo de “Confortably Numb” era capaz de asfixiar al yonki de su sobrino con sus propias manos, o de matar a su querido primo de varios tiros a bocajarro porque era lo que había que hacer; seguidamente llegar a su mansión y atiborrarse de helado viendo el canal de historia. Y todo esto sin dejar de caerte de putísima madre, sin dejar de amarle. Ese ítalo-cabrón, al mismo tiempo, sucumbía como un zagal temeroso a esa mirada escrutadora tan característica de Carmela, su mujer, o bien, su cuerpo mantecoso se derretía literalmente ante una sonrisa cómplice de su hija, Meadow.
Lo mismo, ese diablo que pactó con Robert Johnson, se pasó también muchos años después por New Jersey, y James Gandolfini pactó comerse al pesto las entrañas de ese asombroso y ya legendario guión, hasta vomitarlo a la muchedumbre estupefacta y extasiada. En tal caso, las estrellas se alinearon en una conjunción perfecta para esta creación mágica propia de un hechicero.
Yo quería a Don Vito y a sus mofletes, pero le puse los cuernos con este capo seboso y grasiento. Perdóneme Don Corleone, le puede dar dos hostias de mi parte, pero no le invite a comer ni muerto, nunca mejor dicho.
Puede ser que ahora esté sentado en el diván del Señor con actitud chulesca, y pensando para sus adentros, que quién coño es ese personaje mediocre que hay delante suya, cuando su psiquiatra, Jennifer Melfi es su verdadera diosa, la musa que le hace babear y jadear más que un plato de fetuccini. ¿Quién carajo va a cambiar por Dios a esa elegante mujer madura rezumando morbo por los cuatro costados? Me lo pregunto hasta yo.
Si no has tenido una noche de pasión desenfrenada con esa piba, por la cual te morías de deseo por entrar en cada uno de sus recovecos, si no has leido literatura que te ha llevado más lejos que un transbordador espacial, si no has escuchado esa pieza musical que te ha desgarrado sin freno el alma, no te has “meado” en cualquier tipo de autoridad, y permíntame la hipérbole: si no has visto Los Soprano, eres un ser incompleto. Y es que Tony Soprano es parte de nuestras vidas. A James apenas le conocemos. El luto, con perdón, se lo guardamos a Tony.
Bakunin
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