Tercer largometraje del realizador polaco Andrej Zulawsky. Escrito por Christopher Frank y Andrej Zulawsky, el guión adapta la novela “La nuit americaine” (1972), de Christopher Frank, galardonada con el premio Renaudot. Se rueda en escenarios exteriores de Paris y en estudio. Nominado a 3 César, gana uno (actriz). Producido por Albina de Boisrouvray para Albina Productions (Francia), Rizzoli Film (Italia) y TIT Filmproduktion (Alemania), se estrena el 12-II-1975 (Francia).


La acción dramática tiene lugar en Paris a lo largo de varias semanas en 1973-74. Nadine Chevalier (Schneider), actriz de cine y teatro, se ve obligada por las circunstancias a aceptar papeles en películas de bajísimo presupuesto. Lleva 6 años de matrimonio con Jacques Chevalier (Dutronc), cuando aparece en su vida el fotógrafo freelance Servais Mont (Testi), que trata de seducirla insistentemente. Actriz de cierto talento, no favorecida por la fama, trabaja en papeles ínfimos y doblajes, durante los cuales es víctima a veces de abusos psicológicos. Atractiva, apasionada y frágil, se siente insatisfecha, atormentada y sola. Jacques, marido de Nadine, trabaja como payaso, colecciona fotografías de películas y vive huyendo de la realidad. Con frecuencia se mueve como si fuera un muñeco mecánico, a la manera de los robots de servicio doméstico de "El dormilón" (Allen, 1973). Servais trabaja por cuenta de un hampón para el que hace fotografías comprometedoras u ofensivas, que éste utiliza para chantajear a las víctimas.

El film suma drama y romance. Desarrolla una historia apasionada y alocada de amor, que se sitúa en un universo caótico, perverso y violento. Los protagonistas son seres humanos desorientados, atormentados y derrotados, que viven en situaciones extremas, próximas a abismos de desesperación y destrucción. Nadine se debate entre el amor apasionado que siente por su marido, el agradecimiento que cree que le debe, las ausencias mentales de éste, sus pasiones insatisfechas y la seducción de que es objeto por parte de un joven y ardiente fotógrafo. La admiración de éste alcanza el límite de endeudarse en secreto para financiar una representación teatral protagonizada por ella.

La obra incorpora elementos experimentales, factores de drama psicológico, trazos surrealistas y escenas de violencia psicológica (abusos psicológicos, drogado de víctimas) y física (pelea en el taller de rodaje, paliza múltiple de los hampones a una víctima en su domicilio...), una muerte entre delirios y un suicidio perturbador e inquietante. Presenta, además, escenas transgresoras (orgía de sexo en grupo). El realizador en prenda de su afición al cine y al teatro incorpora una secuencia inicial de cine en el cine y varias escenas de teatro en el cine (ensayo de “Ricardo III”, fragmento de “Los titanes y los cíclopes”...).