Esta película es una auténtica pasada, pero de verdad, y lo mejor de todo es que está basada en hechos reales.

El tratamiento de los personajes, el guión, la trama, los giros, las conexiones... Es una de las pocas películas que he visto más de dos veces y me ha gustado porque no soporta ver más de una vez una película.

El mundo que retrata, el tratamiento del guión, los personajes, la trama, la corrupción, esto es la vida y existe. Fernando Meirelles es un súper director. Yo me quedé muy impresionado con el final y la reflexión.

No hay una película como ésta, y si esta película hubiera sido firmada por un estudio americano tendía más Óscars que el Padrino.

Te deja sin aliento, con los pelos de punta...

Realmente impresionante y espera a ver el final...