Que no engañe a los puristas; aunque sea una peli de "dibujillos animados estilillo Disney", en realidad es toda una conmovedora historia de valentía, amistad y amor en toda regla, mucho antes del boom de la animación informatizada que vivimos. Puedes estar tranquilamente sin pestañear los ochenta y tres minutos que dura, porque está llena de innovaciones artísticas; sus personajes son tratados con ternura pero con seriedad, y sus situaciones están perfectamente equilibradas entre lo fantástico y el drama. Además, posee un guión tan ricamente elaborado como las madalenas de una abuela.

Situada en plena Guerra Fría y marcadamente antibelicista con regustillo a pelis de serie B, cabe destacar lo acertado de su textura gráfica, que casa perfectamente con su historia sincera y muy bien resuelta, llena de personajes para nada convencionales en el género.

Me molesta que a la gente asocie por sistema la animación con lo meramente infantil. "The Iron Giant" es una voz que se alzó para demostrar precisamente lo contrario.