Curioso que vaya con mis colegas a ver una comedia -"tíos, del director de Resacón en las Vegas"- y yo acabe siendo el único al que le ha gustado. Curioso, digo, porque sin querer fardar de nada es harto evidente entre nosotros que servidor ha visto bastante más cine que los susodichos (lo que me hace más exigente, en teoría). Y curioso porque tratándose de una cinta sin ninguna otra pretensión más que entretener al respetable, que llegue éste y se me queje por eso, no sé, me mosquea. A saber: "joer, la del resacón ese tenía mucha más movida; no paré de partirme el culo"... ¡Meeek! Error. Salidos de cuentas es una comedia, sí, pero no es descacharrante. Ni mucho menos. A mí me costó de veras asumirlo mientras la veía, pero una vez se da uno cuenta de que los chistes de verdad graciosos llegan con cuentagotas, es bastante más llevadero todo, principalmente porque en ningún momento la cinta aburre, y, sobre todo, porque los eficientes protagonistas salvan el culo, al margen de la cantidad innecesaria de moralina que destila el producto en cuestión. "Para pasar el rato, tíos" -les dije yo... Y ellos ofendidos de cojones... Cuanto menos, curioso.