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España España · SALAMANCA
Voto de SALMANCINE:
10
Las alas de la vida
2006 España
Documental, Intervenciones de: Carlos Cristos
7,9
3.088
Documental El médico Carlos Cristos, que a sus 47 años padece una enfermedad terminal, llama a un director de cine amigo suyo y le propone que registre su lucha por vivir y morir dignamente, sin dramatismo, y "si es posible con una sonrisa", acompañándolo en el tránsito entre la vida y la muerte. (FILMAFFINITY)
8 de septiembre de 2008
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cómo demonios puedo hablar de "Las alas de la vida" si verdaderamente no se trata de una película, pero, sin embargo es el mayor plano secuencia de todos los tiempos y ése no es otro que la vida? Bueno, supongo que ya he empezado a escribir, pero desde luego que descarto toda posibilidad de decir que "Las alas de la vida" sea buena o mala, es mucho más que todo eso, es sencilla, pero no simple, es compleja, pero desde luego que no complicada y sobre todo es necesaria y un ángel llamado Carlos Cristos la invade de forma maravillosa durante los noventa minutos que dura el documental, noventa minutos escogidos de entre unas 16 horas de material que a su vez fueron seleccionadas durante un periodo de trabajo de 3 años, concretamente entre el 2003 y el 2006.
Espero que esta herramienta, esta medicina para el espíritu y el alma destinada a los que sufren en primera persona esa situación como de sus más inmediatos allegados y para el resto de la Humanidad, se convierta en una referencia planetaria, de hecho estoy convencido de que ya lo es, sobre cómo vivir y sobre todo, sobre cómo morir. Carlos, porque para mí ya es Carlos, lo siento tremendamente cercano y familiar, ya que su brutal carisma basado en su espeluznante y vigorosa naturalidad y sabiduría así lo atestiguan se pone delante de la cámara y deja que la vida, en este caso y por desgracia no augura un prometedor futuro, fluya de la manera más natural que jamás vi en una pantalla y fuera de ella, hablando de la vida y de la muerte de la misma manera que quien charla de un partido de fútbol, eso sí, envuelto en una inteligencia y en un halo de misticismo y espiritualidad que hace que cuando dirijamos nuestra mirada a su rostro nos estremezcamos de arriba a abajo, no sólo por mostrar el consecuente respeto a un ser excepcional al que no le quedan por contemplar muchas puestas de sol, sino que tenemos la sensación de que Carlos es un ser especial, con unas características innatas que nos hacen pensar que alguien que no es de este mundo vino a él para, antes de abandonarlo dar una lección que no se enseña en ningún sitio, tan sólo se aprende y nosotros, pobres mortales, debatimos, inmersos en una mediocridad de la que no somos conscientes, pero que, al menos, unos pocos, tratamos de ir eliminándola viendo a seres deslumbrantes como Carlos Cristos, y, comprendemos que, quizá, en lo alto de una montaña que resulta un sitio ideal para practicar el ala delta, ahí...precisamente ahí... comienza la ETERNIDAD.
Carlos Cristos, D.E.P. Gracias por haber existido y por seguir existiendo.
SALMANCINE
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