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Voto de RAMON ROCEL:
7
Romance. Aventuras. Drama Libremente inspirada en la obra homónima de la escritora danesa Isak Dinesen. A principios del siglo XX, Karen (Streep) contrae un matrimonio de conveniencia con el barón Blixen (Brandauer), un mujeriego empedernido. Ambos se establecen en Kenia con el propósito de explotar una plantación de café. En Karen Blixen nace un apasionado amor por la tierra y por las gentes de Kenia. Pero también se enamora pérdidamente de Denys Finch-Hatton ... [+]
1 de septiembre de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dicen que casi no hay diferencia entre “memorias” y “biografía” pues los hechos mas importantes que conforman la vida encarnada de un ser en esta tierra; son recuerdos imborrables de personas que amaron de gran manera al enlazarse en planos hermosos, lugares bellos como Kenia, en el continente negro.
La baronesa y escritora danesa que un dia estuviera en un hechizo africano de amor, allá en el África oriental británica en el periodo de entreguerras. Nos comparte la historia de un amor de altibajos:
“El cazador que me amó”
Karen Bixen nos relató del encuentro con ese honorable cazador, muerto trágicamente en tierras africanas, así como otras tantas personas con las que convivio, lejos de su natal Dinamarca, y lejos de los horrores de la guerra. En su finca cafetalera.
De los hechos que marcaron el amor decepcionante de su matrimonio. Del embrujo de amor entre las fieras de un continente salvaje. Interrumpido por la muerte de su amado en alas de su “Gypsy Moth”
La película ciertamente cansa. Como si estuviera en un ritmo lentísimo. No es fácil digerir. Más si considero que Robert Redford, nunca ha sido uno de mis actores preferidos. Porque prefiero el magnetismo animal de los Gable, de los Connery. Aventureros que le daban al filme otra emoción.
Tenemos que asimilar que la película gira en torno a la narración de una mujer en el escrito original. Una mujer enferma, que luchaba contra una enfermedad estigma hasta el fin de sus días. Desde esa perspectiva.
Entonces tenemos un filme “enfermo” cobijado por bellos escenarios de África. Un filme que no arranca, que no es frenético. Un filme que parce no tener fin. Porque para Karen… su África sin fin, siempre la estará esperando. En los hechos que grabaron sus muertos, allá en su granja de Kenia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
RAMON ROCEL
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