A principios de este 2011 apareció en los corredores del cine el cartel de una lagartija muy fea en primer plano con la leyenda: De los directores de Piratas del caribe y con la voz de Jhonny Deep, lo que más me llamo la atención no fue el director, ni Deep con todo ese encanto suyo, lo que realmente me dejo curiosa fue que un personaje de una película de animación fuera tan feo, ¿En cuantas películas de animación el protagonista es una lagartija?
Así que con muy pocas expectativas y con mi curiosidad intacta fui a ver Rango una de las películas más divertidas que eh visto este año, Rango es un personaje encantador que a diferencia de sus homólogos camaleones el no busca el camuflaje que le permita ocultarse, todo lo contrario, en el principio de la película nos encontramos con esta lagartija vestida con una camisa de flores que vive en una pecera junto a su muñeca sin cabeza y su pescado inerte, es un personaje solitario que desea ante todo ser un buen actor, carece de nombre, de amigos y de una identidad.
Luego de que durante un viaje en su pecera se estrelle en medio de la nada, porque en el desierto aparte de una carretera no hay nada en absoluto nos damos cuenta que el personaje siempre se a encontrado en la misma situación que ese desierto y que es precisamente la carretera la que sirve como principio para que el camaleón encuentre su lugar en la vida. Gracias al ataque de un depredador nuestro protagonista consigue cruzar esa frontera de la que sabe no hay vuelta atrás, llega a un pueblecito del oeste pequeñito de ese donde los extranjeros son poco menos que una plaga y ahí adopta un nombre y con sus dotes de actor aprende a adaptarse rápidamente al entorno que lo rodea, como buen camaleón.
De ahí surge un montón de pruebas que enfrenta a nuestro héroe verde con problemas alrededor de la escasees de agua, contra los deseos de algunos que desean ver el pueblo destruido y una serie de guiños western divertidos como las clásicas persecuciones, el pistolero enfrentándose al enemigo y canciones al estilo Texano y de Cowboys. Terminas queriendo tanto al lagarto que en algún punto hasta lo ves bonito, no pasa lo mismo con el resto de los personajes que son francamente feos pero la historia se deja querer.
Es de llamar la atención como Verbinski usa la animación para hacer un western tan entretenido y con detalles tan curiosos o simpáticos como la forma en que Rango adopta su nombre, la animación es excelente y la forma en que los rostros de cada personaje peludo son tan bien materializados no deja indiferente a nadie. Palomera y disfrutable pelicula.