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España España · Zaragoza
Voto de Mikelmaster:
8
Drama Malle se atreve con un film sobre una conversación entre dos personas, obteniendo excelentes críticas en USA. Dándose vida a sí mismos, los actores y autores Wallace Shawn y André Gregory quedan una noche a cenar. Como buenos amigos, se empiezan a contar múltiples experiencias personales, a través de las cuales comienzan a surgir los grandes temas de la existencia. Dirigida por Louis Malle, y con guión creado por los dos protagonistas, ... [+]
12 de marzo de 2017
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera cuestion llamativa en esta obra es la de las expectativas. En las pocas escenas antes de que la cena tuviera lugar se nos presenta a Wallace, abatido por la rutina diaria, con muy pocas ganas de cumplir con el compromiso adquirido de cenar con su viejo amigo André, de quien, por cierto, SE decía, estaba loco tras unos viajes que lo habían dejado trastornado.

André, sin embargo, y aunque no se muestra en la película a buen seguro aguardaba con interés una agradable velada con su viejo amigo Wallace.

Expectativas distintas para un mismo evento: Una cena.

Casi durante una hora, la primera de la cena, solo habla prácticamente André, mientras Willy, escucha, ora con estupefacción, ora con cierta intriga, todo lo que aquel tenía que contarle sobre talleres espontáneos de improvisación en los que las mas inusuales prácticas tenían lugar, cantos unísonos e incesantes en distintas lenguas, bautismos rituales, monjes del Tíbet pisoteando a golpe de masaje la espalda de su mujer u objetos animalizándose o tornándose paganas deidades. Todo podía ser y pasar en aquellas experiencias de André.

La cara de incredulidad de Wallace va cambiando a curiosidad cuando descubre; en primer lugar, que André no era aquel loco de quien se hablaba y que le había parecido a primer vistazo, sino que detrás de todos aquellos aparentes desvaríos había una idea. No una idea cualquiera. Una poderosa. La idea de vivir.

Si por aquello se maldecía André antes de "su bautismo" era de no haber vivido, no en un plano ontologico, sino en uno espiritual, humanista y existencial.

André induce a Wallace a la reflexión, ¿Por que estaba André insatisfecho, tenía todo, mujer familia y un buen trabajo y dinero? ¿No le parecía la vida autentica? ¿Por que? ¿Adormecidos dice? ¿Son las ciudades los nuevos campos de exterminio, de exterminio del ser humano?

Mira andre, yo soy un hombre sencillo, con sus objetivos y sus rutinas, y con sus mas y con sus menos, un buen tipo. ¿Que he de hacer para liberarme? ¿Hemos de ir los espectadores y yo al Tíbet o al Himalaya para adquirir conciencia de lo real? ¿No es el estanco de la esquina tan real como esas remotas experiencias de las que me hablas?

Si Wallace, el problema es que nadie ve el estanco. El viaje lo puedes hacer en una habitación o en el Himalaya, lo importante es darte cuenta de lo que importa. Ser ser humano, cuestionar o abandonar automatismos. Cuestionar o abandonar objetivos. Cuestionar o abandonar roles. ¿Se puede ser uno mismo cuando se es padre de alguien, esposo de alguien? ¿Si tanta gente en Nueva York quiere irse, por que no lo hacen? Mira Wallace, una vez un amigo mío hablando de ello me dio una semilla de pino y me dijo "escapa antes de que sea tarde".

Un campo de concentración, un sistema capitalista, un estado, unas inercias que empujan al individuo a unos objetivos, a unas rutinas y a unos roles que le adormecen, que le hacen perecer como tal individuo y nacer como autómata, como "S"oldado "S"ocial. Esta es la realidad del hombre para André, de un hombre, que, stricto sensu, murió en los 60.

Willy no puede dar crédito a lo que oye, lo que escucha de André ya no solo le deja de parecer una locura sino que empieza a ver como describe su propia realidad con una fidelidad peligrosa.

La velada toca a su fin, los comensales se han ido. Willy se pregunta si el camarero que recoge la cuenta es también un autómata, coge un taxi, y nota como todas las calles de la ciudad le recuerdan cosas de su pasado, partes de su vida. Esta seguro de conocerse al dedillo todos los recovecos de su campo de concentración. Ese que le ha dado hasta ahora una zona de confort relativamente cómoda.

No obstante es posible que la cena con su viejo amigo pueda cambiar todo eso, sacarle de allí. Aún en el taxi, Wallace, nota que cuando salían del restaurante André le había deslizado algo en el bolsillo sin darse cuenta. Cuando abrió la palma de su mano, allí estaba, gritándole, "Escapa antes de que sea tarde"; Aquella semilla de pino.
Mikelmaster
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