"Kiss kiss bang bang" no busca otro objetivo que el de divertir mediante una alocada historia sobre unos asesinatos que acaban importando un pimiento al espectador, puesto que la trama se va volviendo difusa, en beneficio de los personajes protagonistas, que nos deleitan con sus divertidas y absurdas escenas.

Robert Downey se siente como pez en el agua y qué decir de Val Kilmer, realmente genial. Las interpretaciones y los personajes muy bien logrados.

Hasta ahí lo bueno. No me gustó el excesivo uso de la voz en "off", siempre me ha parecido un recurso fácil al que se agarran muchos directores y guionistas para solventar un mal montaje o lagunas en el guión. El cine se cuenta con imágenes, para las historias con sonido tenemos la radio.

Me disgustó que la trama sea tan poco estimulante, está muy bien divertir y reírse hasta de lo que cuentas (muy buena esa autocrítica al mundo de la ficción cinematográfica), pero no podemos olvidarnos de que lo fundamental es contar algo que tenga un hilo entendible, coherente, que si no consigue emocionar, al menos consiga sorprender, interesar.

En definitiva, esta película de Shane Black utiliza un discurso excelente para tratar de mejorar una historia con una trama floja y un desarrollo que sin la cáscara maravillosa que lleva, se quedaría en una regular narración.