Veo con admiración que se cataloga esta película como “Película de culto”, demuestra eso que el cine de Luc Besson palomitero tiene culto a pesar de todo. En el 90 resultó ser una película de estética avanzada que toca la fibra presentando una muchacha aparentemente frágil que cae en las garras de los servicios secretos de la Republiqué.
Cómo espectador llegarás a sentir compasión por la pobre yonqui, una okupa descerebrada raterilla grafitera chutada de tocarse el chichi todo el santo día y que encuentra su lugar en la sociedad a base de hostias que le dan hasta que entra por el aro. Tomen nota. Los servicios secretos franchutes, los del país tan admirado de libertad, igualdad y demás santos rollos y cuentos varios son los más secretos que hay. Es conocida su larga trayectoria e historia represiva y asesina y luego aparecer orgullosa delante de todo el mundo como La France, con la cara lavada de sangre.
El cine es lo que tiene, que manipula los sentimientos incluso a expertos haciéndote creer lo que puede llegar a sufrir una muchacha que se dedica a asesinar a gente, vilmente manipulada porque a la pobre no la dejan vivir tranquila con su novio. Pues que se joda y se pudra, un jefe más hijo puta le ponía yo. Buena película dramática de aires muy realistas. Te cautivará.