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España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
10
Drama. Comedia Jack Campbell (Nicolas Cage) es un egocéntrico broker de Wall Street cuya única obsesión es el trabajo y una vida llena de lujo. Un día, tras un incidente en una tienda el día de Nochebuena, se despierta viviendo otra vida: es un humilde vendedor de neumáticos de Nueva Jersey, casado con su antigua novia Kate (Téa Leoni), a la que había abandonado hacía años para que no obstaculizara su carrera en el mundo de las finanzas. (FILMAFFINITY) [+]
22 de enero de 2010
27 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como dominan los americanos este tipo de películas navideñas, tan sensibles, todo tan rosa y lleno de amor; en realidad son una tontada pero no hay que ser tan severo con ellas porque están muy bien hechas y te crees estos irracionales cuentos, estos benditos cuentos imposibles y encima el mensaje queda ahí, expuesto con toda claridad... Lo que pudo ser y no fue... La felicidad que tuviste a mano si... tal y tal. A mi el mensaje no me vale, desde luego, prefiero ser un millonario y director ejecutivo de una empresa con apartamento de lujo y visitas intempestivas que andar liado todo el día en casa, con 2 niños y llevando un negocio de neumáticos (que NO pobre, como dicen algunos). Ya me apañaría bien. Pero en este caso lo que tiene uno, el otro no lo tiene. Y la familia bien avenida y los amigos tan envidiables y en armonía con los que convive como vecino, es lo que más vale en la vida, eso es verdad. ¡¡Quién tuviera un millón de amigos!!

La cara de Nicola Cage al principio es un poema para no perderse, la cara de pasmado que se le queda es épica. Esta es la película que toca para la Navidad, una clásica y aquí estamos todos. Por lo demás, gran actuación de Nicolas Cage que no deja de asombrarse de las maravillas que le ocurren. ¡Qué buenas las situaciones en las que se encuentra de golpe! Y qué envidia de esa vida con amigos y un negocio familiar viento en popa. Una prueba para ver si es verdad que el rico no se sacia y cada vez quiere atesorar más o si también podría desear otra vida. Es lo bueno del cine: que nos hace estar ilusionados al menos durante un rato y esta película te lo muestra muy bien y muy agradablemente. Una película redonda y muy a propósito para días entrañables. No sé la de veces que la habré visto...
floïd blue
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