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Voto de Antonio Morales:
6
Thriller Un hombre (John Stuart), ingresa en un edificio en venta, donde acudirán una serie de individuos que andan interesados en un preciado collar de diamantes que, al parecer, se encuentra escondido en el cuarto número 17. (FILMAFFINITY)
4 de enero de 2016
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un ensayo artesanal, deslavazado e imperfecto de thriller en clave de comedia, perteneciente a la incipiente carrera exitosa del joven Hitchcock en Inglaterra. El maestro desestimaba el film alegando que adolecía de numerosos defectos, entre ellos su desastrosa construcción (pocos autores han sido tan severos con su obra como Hitchcock). Aunque se atisban algunas constantes de su futuro estilo personal, donde podemos apreciar que las cosas no son lo que parecen, el pretexto o “macguffin”, en este caso un collar de diamantes, el humor socarrón, el misterio y las sombras amenazantes heredadas del expresionismo alemán.

Su falta de coherencia argumental, que nadie pone en duda, es la causa del rechazo mayoritario: casi nada de lo que se ve tiene demasiado sentido, todo parece un chiste cuando no una burla descarada, y además, no resulta atractivo. Pero, aún siendo una obra mal construida, la película posee bastante interés, la falta de prejuicios con la que el maestro realizó esta sencilla obra de compromiso hace más 80 años, pone en evidencia la falta de necesidad de ser narrada. Gracias a ese extraño tono conseguido, inspirado principalmente por el hecho de que las sombras de los actores parecían interesarle más que los personajes, los gestos y sus miradas más que sus palabras.

Puede verse también como un mundo absurdo en el que un hombre, persiguiendo su sombrero arrastrado por el viento, entra en una casa donde también se ha entronado lo absurdo: un cadáver que aparece y desaparece, una sordomuda que se expresa correctamente, un bandido que se finge policía y resulta ser un bandido distinto al que simulaba, un paseante que es policía, malvados con fino bigote y un vagabundo metomentodo. Divertidísimas persecuciones entre gloriosas maquetas con sentido del ritmo y una cierta distancia irónica. El resultado no es bueno, pero tampoco tan despreciable como se ha dicho.
Antonio Morales
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