Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Vivoleyendo:
9
Comedia. Fantástico Jerry (Jack Black) es un joven que intenta sabotear una planta de electricidad que, según él, es la causa de sus dolores de cabeza. El problema es que el intento de sabotaje causa daños en su cerebro, que, al quedar magnetizado, causa la destrucción de todas las películas de la tienda de un amigo suyo (Mos Def). (FILMAFFINITY)
12 de mayo de 2008
11 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Michel Gondry sacude a carcajadas al respetable con esta pequeña rayada que tiene ese añejo sabor al encanto de lo entrañable y, por qué no, de lo cutre y de lo freak elevados a la enésima potencia.
Gondry disfraza de comedia disparatada cierto regusto a melancolía y a una nostalgia absurdamente heroica que pugna por recuperar y mantener a flote ciertos valores ya en desuso en nuestra civilización tan automatizada (y concretamente el mayor guiño se hace a la industria cinematográfica), como la imaginación, la creatividad, el trabajo artesanal aprovechando cualquier material, la conservación de algunas tradiciones, la solidaridad y el verdadero y simple disfrute mientras se contribuye a hacer un poco más felices a los demás.
En un comienzo con imágenes de película antigua en blanco y negro y voz en off que ya promete risas, Gondry nos introduce en Passaic, una pequeña ciudad provinciana de Nueva Jersey que no tiene nada de particular. Tan sólo el hecho de que el señor Fletcher, dueño de un videoclub, siente pasión por Fats Waller, un músico de jazz neoyorquino cuya historia él está decidido a trasladar a Passaic y, concretamente, al vetusto edificio en el que él regenta su modesto negocio. Pero sus intentos por despertar el interés de potenciales clientes y atraerlos hacia su decadente negocio de alquiler de películas en formato VHS (hoy día ya en extinción frente al DVD) no consiguen sus frutos y su negocio se hunde en la miseria, mientras las autoridades amenazan con derribar el viejo edificio, que casi se cae a pedazos. El señor Fletcher, el cual vive en un pasado jazzístico glamouroso imaginario y que se niega a marchar con los tiempos actuales del DVD y de las grandes franquicias que absorben las pequeñas empresas, necesita mucho dinero para reformar su edificio si no quiere que los sueños de toda su vida se vean derribados y reemplazados por un moderno e impersonal bloque de viviendas.
Durante una ausencia del dueño, Mike, su sobrino y ayudante de pocas luces, se queda a cargo del videoclub y Jerry, amigo de Mike y el cliente más freak, se las arreglará, con sus extrañas paranoias, para acabar estropeando todas las cintas de la tienda. Ante el problema que se plantea, adoptan una decisión desesperada: rodar ellos mismos las películas y alquilárselas a los clientes. El nuevo sistema, sorprendentemente, empieza a cosechar un éxito inaudito y muy pronto se formarán largas colas de clientes y de personas dispuestas a colaborar en la realización de las películas caseras.
Resultado: Un divertido, simpático y nostálgico homenaje a la fábrica de magia y sueños que es el cine, una mirada cargada de emoción hacia el pasado, un derroche de imaginación que nunca debería perderse definitivamente frente al zarpazo de la codicia y de los veloces tiempos que corren, y un ensalzamiento a los sentimientos de unidad, de trabajo en grupo para obtener un fin común que no sea simplemente lucrativo, sino más bien sentimental.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow