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Voto de Vivoleyendo:
8
Drama Elisabeth (Liv Ullmann), una célebre actriz de teatro, es hospitalizada tras perder la voz durante una representación de "Electra". Después de ser sometida a una serie de pruebas, el diagnóstico es bueno. Sin embargo, como sigue sin hablar, debe permanecer en la clínica. Alma (Bibi Andersson), la enfermera encargada de cuidarla, intenta romper su mutismo hablándole sin parar. (FILMAFFINITY)
24 de diciembre de 2007
80 de 90 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alma, una joven enfermera afable y servicial, se va a encontrar cara a cara con el reto más formidable: enfrentarse a su propio yo, a sus miedos y obsesiones, y a los dolores que palpitan latentes. Ella, una chica corriente sin más aspiraciones que casarse y formar una familia, conoce a una mujer perturbadora que va a trastocar su concepción de las cosas, que la va a hacer mirarse al espejo de su interior para sondear en los más oscuros senderos que todos ocultamos.
Con la simple arma del silencio, un silencio defensivo y culpable que opone frente a la falsedad y la mentira, Elisabet, bella actriz que por voluntad propia ha decidido retirarse del mundanal ruido, atrae a una Alma fascinada que trata de llenar los silencios. Un alma que se desnuda y otra que escucha impenetrable, muda. Un retiro voluntario en el que ambas comparten sus soledades (¿o están más solas que nunca?), en el que toda clase de sentimientos afloran unilateralmente en apariencia. Alma que derrama el torrente de su voz incansable en un intento por tender un puente imposible, por rebasar el abismo que separa a una de otra. Elisabet impenetrable, lejana, inalcanzable. Destellos de identificación mutua, de comprensión, de extrapolación en el otro ser. Porque, ¿qué somos todos, en esencia? ¿No estamos unidos por este pozo en carne viva que late dentro de nosotros? ¿No estamos todos solos en el fondo, solos en nuestro interior? ¿No somos entidades separadas que se aferran a ilusiones superficiales que nos ayuden a soportar y controlar mejor todo el inmenso caudal que encerramos?
¿Alma es Elisabet? ¿Elisabet es Alma? ¿Puede una persona ser dos al mismo tiempo, pueden dos personas ser una sola? ¿Es todo un espejismo, lo que somos, lo que creemos que somos, lo que creemos que los demás ven en nosotros? ¿Lo que sentimos, lo que hacemos? ¿Qué o quiénes somos de verdad? ¿Existe una verdad? ¿Somos siempre la misma persona o somos muchas?
Una intensa exploración de lo más recóndito. De toda esa confusión con la que cargamos. No hay certezas. No se puede dominar el espíritu. Podemos intentar engañarlo, hacernos la ilusión de que somos alguien concreto, tangible e inmaterial, una identidad que reúna unos rasgos únicos. ¿Se puede abarcar el Universo? ¿Es posible definir las fronteras de lo que somos?
Tantas preguntas... Y ninguna respuesta. No hay respuestas. ¿O sí? Podemos tratar de buscar la nuestra... Tal vez en eso consista este extraño paso por lo que llamamos vida.
No soy capaz de catalogar esta inquietante película, se me escapa de entre los dedos, tan remota como su incierta esencia. Desconcierto e incomodidad. Derroche de sensualidad, de temor, de contradicción, de todo lo que no podemos comprender ni explicar.
Ni siquiera estaba segura de la puntuación que debía darle, si es que se la puede restringir a alguna.
"Llega un punto en que no hay diferencia entre hablar o estar callado" (Alfredo en "Cinema Paradiso").
Vivoleyendo
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