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Voto de Vivoleyendo:
9
Comedia. Drama La película consta de seis episodios que alternan la intriga, la comedia y la violencia. Sus personajes se verán empujados hacia el abismo y hacia el innegable placer de perder el control, cruzando la delgada línea que separa la civilización de la barbarie. (FILMAFFINITY)
26 de junio de 2015
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Somos violentos por naturaleza o por el ambiente? Ambas cosas. Tenemos impulsos primitivos e irracionales de agresividad, que uno puede aprender a controlar o no hasta cierto punto, según donde se crezca y cómo se eduque, y hasta dónde se estiren sus límites. Pero lo que no dudo es que hay gente más propensa a la violencia que otra. Unos hacen daño y provocan por puro placer (los que comúnmente se vienen llamando sádicos), muchos se desfogan al volante (la conducción suele sacarnos un lenguaje soez y una estúpida tendencia a la rivalidad en carretera), otros aprovechan el respaldo de un grupo para dar rienda suelta a sus malos instintos, otros se amparan en la corrupción del sistema para ejercer violencia institucional, esa que consiste en abusar del ciudadano medio que está atado de pes y manos, y otros reaccionan y estallan después de haber sido provocados, vapuleados, ninguneados, humillados y escupidos, sin tener siquiera derecho al pataleo, hasta el extremo de que finalmente esos ciudadanos honrados y pacíficos que jamás habían cometido una sola infracción acaban sumándose a la ola de violencia por venganza. Muchos van a aprovecharse sin escrúpulos de la debilidad ajena, como el león que huele el miedo de la gacela. Otros tantos hacen lo que sea por dinero. Los ricos pisotean a los pobres. Los pobres se vuelven tan avaros como los ricos cuando ven que pueden agarrar un buen pellizco. A algunos les va el morbo del peligro. Otros muchos sacan un odio que ignoraban que podían llevar dentro cuando se sienten heridos en lo más hondo.
Todos nos hemos visto involucrados en situaciones violentas. Unos como los instigadores, otros como las víctimas y otros como testigos.
Szifrón ha rodado seis cortos brutalmente brillantes que implican distintas circunstancias en que los individuos son llevados al límite. ¿Divertidos? A mí personalmente me resultan demasiado amargos y cargados de bilis para ser “divertidos”. No he podido reírme, con lo cual no me han hecho ninguna gracia. Lo que no quita que sean tremendamente sarcásticos, con momentos y diálogos muy punzantes. No, no me he reído, pero en cambio se me han puesto los vellos de punta más de una vez.
Seis escenarios para la truculencia. Un avión, un restaurante, una carretera, un chalet, un Buenos Aires sacudido por la corrupción urbanística y un convite de bodas. Actores soberbios, guión milimétrico, fotografía espléndida, música irónica y cierres redondos para seis historias que sacan lo peor de nosotros. Sí, también de los espectadores. Ni siquiera los simples testigos oculares salen indemnes.
Vivoleyendo
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