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Voto de Vivoleyendo:
8
Drama. Comedia Bob Harris, un actor norteamericano en decadencia, acepta una oferta para hacer un anuncio de whisky japonés en Tokio. Está atravesando una aguda crisis y pasa gran parte del tiempo libre en el bar del hotel. Y, precisamente allí, conoce a Charlotte, una joven casada con un fotógrafo que ha ido a Tokio a hacer un reportaje; pero mientras él trabaja, su mujer se aburre mortalmente. Además del aturdimiento que les producen las imágenes y ... [+]
24 de septiembre de 2007
42 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Imagino que el que más, el que menos, ha experimentado alguna vez ese vacío doloroso de la soledad.
Sentirse solo entre millones de personas.
Sentirse solo entre los seres a los que se ama.
Y, sobre todo, sentirse solo en el centro de uno mismo.
Sofia Coppola nos regala un bello, llamativo y melancólico estudio del ostracismo. Ese aislamiento emocional que parece ser un síndrome de nuestros tiempos, de la fascinante, discordante y chirriante variedad, de los choques interculturales, de la convivencia forzosa entre millones de seres que buscan su espacio vital en medio del anonimato y de la aglomeración de la gran urbe.
¿Quién no ha tenido en más de una ocasión esa impresión de rutina, de desgaste, de desorientación, de perder el rumbo o desesperar de llegar a encontrarlo alguna vez? ¿De encontrarse en un lugar extraño, rodeado de personas que hablan en un idioma que no entiendes (y no me refiero sólo a la lengua), alejado de tu familia e incluso de ti mismo?
¿Quién no se ha sentido como una isla a la deriva, náufrago que pierde pie desesperadamente en mitad de un mar embravecido en el que nadan denodadamente muchos otros náufragos, todos perdidos en un océano infinito que parece no tener orillas?
¿Quién no ha mirado a su alrededor y se ha visto a sí mismo como un extraño en medio de extraños condenados a no entenderse?
¿Quién no ha mirado alguna vez hacia adelante y se ha sentido atascado, falto de propósitos, de alicientes, aspiraciones o simplemente de confianza en uno mismo?
Bob y Charlotte son dos islas perdidas en el inmenso mar urbano de Tokyo.
La fotografía es deslumbrante y abundan los planos de la ciudad (las luces de neón, los carteles publicitarios, los variopintos edificios, las multitudes, los transportes...), recreando hermosas escenas que parecen casuales y mostradas como el que no quiere la cosa, pero que en realidad encierran significados espirituales, vinculados a la visión subjetiva de los personajes. Esos planos de Charlotte sentada en el alféizar de la ventana, mientras ella observa melancólicamente la abrumadora ciudad que se extiende ante sus ojos, encierran una rara belleza; así como la mirada algo hastiada de Bob, que contempla el paisaje con recelo... La fotografía es increíblemente expresiva y posee una elocuencia que va de lo sosegado a lo vibrante, comunicando mensajes mucho más hondos de lo que lo hacen los propios diálogos. Las conversaciones, sencillas e intrascendentes, como podría ser cualquier conversación corriente, con sus rasgos de humor, de ridiculez, de sinceridad, de falsedad, de diversión y de tristeza; los personajes con los que se cruzan los protagonistas, a menudo chocantes y llamativos en su variedad...
Sigo en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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