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Voto de Vivoleyendo:
7
Ciencia ficción. Drama. Intriga En un lugar de Rusia llamado "La Zona", hace algunos años se estrelló un meteorito. A pesar de que el acceso a este lugar está prohibido, los "stalkers" se dedican a guiar a quienes se atreven a aventurarse en este inquietante paraje. (FILMAFFINITY)
29 de julio de 2009
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya es la segunda vez que tengo la impresión de que para Tarkovsky la ciencia-ficción es una excusa para abrir la puerta a mundos que no salen de nuestra más profunda y arraigada esencia.
La Zona es la Esperanza. Ya fuese producto de un meteorito que se estrelló, o de alguna presencia extraterrestre que vino con el propósito de analizar a la perfección el alma de la Humanidad para después marcharse dejando atrás un "regalo", lo único que se sabe es que todo el que penetra en la Zona realiza el viaje más inquietante: la búsqueda y el encuentro con uno mismo. Y no todos pueden soportar tal hallazgo.
Ese lugar con inteligencia propia no admite coordenadas corrientes, y es diferente para cada persona. No se trata de cambios físicos estrictamente hablando; el paisaje es el mismo aparentemente. Pero cada persona que se adentra en sus límites psicológicos (ya que no cabe hablar de límites geográficos concretos) va a afrontar caminos diferentes. Nadie puede realizar exactamente el mismo recorrido que otro, en cuanto a experiencia emocional y perceptiva. Además, la Zona es susceptible de colocar trampas, revueltas y obstáculos en la forma de luchas con uno mismo, y de miedo. Dependiendo de la personalidad, puede llegar a paralizar de terror, de decepción, de desesperanza. O puede dejar el paso bastante expedito, sin grandes dificultades que no sean las de sufrir un autoanálisis que puede llegar a ser demoledor o llevadero, según cada cual, o las del temor a lo que se pueda descubrir.
Los Stalker son los guías que conducen a la gente hacia la Habitación, el centro mismo de la Zona, adonde se dirigen en busca de las ilusiones perdidas. Son guías y prisioneros de la misión a la que se han encomendado.
La Habitación te concede tu deseo más íntimo, tan íntimo que puede que ni tú lo conozcas verdaderamente.
Aunque hay veces en que el deseo más íntimo sería lo último que querríamos admitir.
Los Stalker conducen a las almas en pos de una felicidad y de una esperanza que parecen muy lejanas... Aún a riesgo de perderlo todo durante el trayecto. Porque la persecución de la felicidad y de la esperanza pueden cobrarse un precio muy elevado.
Puede que la esperanza sea con frecuencia mejor que la certeza.
Puede que el recorrido hacia ella, y hacia la felicidad anhelada, sea lo único que haga valer la pena correr el peligro de llegar al final para no encontrar más que vacío.
Puede que no llegar nunca, o llegar al final, sea la mayor de las bendiciones, o el mayor de los sufrimientos.
Vivoleyendo
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