Sí, nosotros, la masa del ciudadano medio, somos los pardillos. Pobres ingenuos que no nos enteramos ni de la mínima parte de lo que se cuece en las altas esferas. Desde siempre, los grandes secretos de estado presiden las civilizaciones. Es algo que va con nosotros desde que empezamos a vivir en sociedades de cierta complejidad. Experimentos científicos y militares, terrorismo, extraños crímenes que no se resuelven. Cuántas veces ha habido gente que ha afirmado avistar "ovnis", cuando seguro que se trataba de aeronaves u otros aparatos controlados por los ejércitos, instituciones aeroespaciales u organizaciones por el estilo, en sus misiones ultrasecretas. O cuántas atrocidades fueron saliendo a la luz acerca de lo que hacían los nazis con sus prisioneros. Y eso por citar tan sólo un par de ejemplos de cosas que actualmente han pasado al dominio público.
Da hasta escalofríos pensar hasta qué punto mucha gente está sometida a un control vigilante y se convierte en cobaya sin saberlo. Qué inocentes, pensando que existe la plena libertad. ¿Hasta qué punto? Por eso George Orwell me parece uno de los escritores más lúcidos de estos tiempos.
Esta peli va de un hombre que sabe más de lo que él mismo cree... Y que intuye que hechos en apariencia fortuitos tienen relación entre sí. Y husmear en esos asuntos es sumamente peligroso...
Un thriller entretenido y movido con mensaje y una historia de amor aceptable.