Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Vivoleyendo:
5
Drama. Ciencia ficción Justine (Kirsten Dunst) y su prometido Michael (Alexander Skarsgård) celebran su boda con una suntuosa fiesta en casa de su hermana (Charlotte Gainsbourg) y su cuñado (Kiefer Sutherland). Mientras tanto, el planeta Melancolía se dirige hacia la Tierra... (FILMAFFINITY)
24 de octubre de 2011
21 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde luego lo de esta pandilla no entra en mi concepto de lo que yo haría sabiendo que no nos queda ni un pelado. Espero que no me diera por hacer el indio de mala manera y ponerme a celebrar una boda absurda para escaquearme y desvariar la mitad del tiempo, tener engañado a un pobre infeliz o hacer paripés delante de un puñado de gente que me la suda. Supongo que no me daría por descargar en un pobre animal mis paranoias ni por ser una carga para mi hermana. Digo yo.
Este thriller vagabundea demasiado por la opulenta casona para que una se mantenga pendiente. No le encuentro la garra opresiva de otras obras del director, pero a su favor tiene algunos puntos positivos, y el primero es el no saber qué va a ir ocurriendo hasta el previsible desenlace, que es lo único que una puede predecir en todo este tinglado. Aunque, dependiendo de cómo le pille a uno el cuerpo la peli, puede llegar a hastiar un poco. Lo del planeta en plan Armageddon es de traca, aunque yo, más que Melancholia, lo habría llamado Gilipollez o como quiera que se diga eso en griego antiguo, porque sin duda es lo que nos acabará engullendo.
Otro punto positivo es la magnífica fotografía, con las señas propias de Lars y su cámara en mano combinada con estupendos planos.
La música se hace pelín repetitiva, sobre todo la obertura de “Tristán e Isolda” de Wagner, que no para de sonar. Hasta en la sopa de cebolla está presente.
Quizás el momento más revelador es cuando Justine afirma con amargo escepticismo que: “Estamos solos. La única vida que existe está aquí y se va a acabar pronto”. Brutal mensaje cargado de escepticismo e ira sorda, contradiciendo a los soñadores que creen en las opciones de que haya vida ahí fuera.
Seguramente dé igual todo lo que hagamos, todo lo que planifiquemos, todo en lo que creamos, todo lo que esperemos, si al final lo que nos aguarda es... ¿La nada?
De todos modos... A echar una cana al aire si se puede en el hoyo dieciocho del campo de golf de tu cuñado, porque claro, si es que todos los cuñados tienen uno en su casa, cómo no.
A propósito... ¿A alguien le cuela que la Dunst y la Gaingsbourg hagan de hermanas? Porque, o la madre tuvo un día tonto con el butanero, o a una de las dos la cambiaron por otra en el hospital, ya que ni en el blanco de los ojos se parecen, ni aunque se esfuercen.
Vivoleyendo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow