Unas salchichas hablan de sexo con unas chicas en forma de panecillo¿?, drogas duras como sales de baño, referencias al más allá mientras se destruye el mito de la religión...
Olé, olé y olé. En tiempos de corrección política y decadencia cultural esta película merece mil millones de aplausos. Por valiente, por no dejar títere con cabeza y por disfrutar con su gore, erotismo (casi pornográfico) y su mala leche. Además esconde una profundidad que mucha gente no sabría apreciar (sobretodo si son votantes de Trump).
Eso sí, prohibido llevar a los niños a verla.