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España España · Valladolid
Voto de Teresa:
6
Thriller. Acción. Terror Un grupo de adolescentes de Nueva Orleans pasa sus ratos libres jugando a un videojuego On-Line de terror. Sin embargo, pronto descubrirán que si su personaje del juego muere, ellos también mueren en la vida real... (FILMAFFINITY)
17 de enero de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primer largometraje de William Brent Bell que no tuvo el suficiente éxito en 2006 (para la crítica) a pesar de que la historia da bastante más canguelo que The Boy (2016). El guion lo escribe junto con su compañero de fatigas Mathew Peterman, guionista de The Devil Inside (2012). Aunque no gustó a muchos fue número tres en taquilla en su primera semana de estreno y recaudó más del doble de lo que costó rodarla.

Bell y Peterman mezclan los videojuegos de terror y supervivencia con una historia real, la de la Condesa Elizabeth Bathory, que a estas alturas no es nueva ni desconocida ya que mucho se ha investigado sobre ella. En resumen, La Bathory (como la llaman los protagonistas –madre mía-) fue una aristócrata húngara que vivió de 1560 a 1614. Pasó a la historia con el nombre de la Condesa de la Sangre, conocida en su tierra por secuestrar a muchachas a las que luego mataba para bañarse en su sangre. Obsesionada como estaba con la eterna juventud, La Condesa, no podía dejar de matar y por lo tanto, desaparecían demasiadas tiernas almas condenadas. El error que desencadenó que la descubriesen fue «invitar» a estudiar a niñas y adolescentes aristócratas con la excusa de no estar tan sola; pero ellas empezaron a morir de forma sospechosa. Como era de esperar fue denunciada muchas veces a lo largo de los años, pero fue uno de sus enemigos nobles, que decía que algo siniestro pasaba en el castillo, el que finalmente fue escuchado por el rey. Según algunos archivos, se encontraron mujeres jóvenes maltratadas, algunas vivas todavía; además, la misma Bathory llevaba un diario en el que describía cómo torturaba y asesinaba a todas sus víctimas. Después del juicio, como no podían matar a una aristócrata, fue condenada a cadena perpetua en su castillo. Allí la encerraron en una habitación donde solo le dejaron un hueco para pasarle la comida. Cuatro años después murió.

La leyenda de La Condesa De La Sangre traspasa fronteras y llega a la ciudad de Nueva Orleans (tierra de brujas, hombres lobo y vampiros) donde un grupo de amigos se las va a ver con un videojuego demasiado real y muy terrorífico. Cuenta con unos actores sacados de series muy famosas, entre otros encontramos a Frankie Muniz (Malcom In The Middle), Samaire Armstrong (Te O.C.), Sophia Bush (One Three Hill), Milo Ventimiglia (Las Chicas Gilmore) o Adam Goldberg (Friends, Fargo). La atmósfera para crear miedo funciona. También es verdad que a los que nos gustan este tipo de videojuegos nos concentramos tanto que al final nos pasa como explica Muniz en sus discursos sobre la psicología del juego, como que alucinas y ya no diferencias la realidad de la ficción. Por cierto, discursos que da durante todo el metraje y que recuerdan a los de Scream.

Poco a poco estos amigos van descubriendo que si mueren en el juego mueren en la realidad; y no es por nada, pero cada vez que aparece La Bathory yo me quería morir de verdad. Hacía mucho tiempo que no me ponía nerviosa con una peli (en plan mirar la puerta, emparanoiada total).

Me ha gustado bastante y ha sido una grata sorpresa encontrarme con ella y con los protagonistas (con los que pasé buenos tiempos de adolescente).
Teresa
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