"Arrow" es una serie muy entretenida. Sus personajes protagonistas son jóvenes, atractivos y tienen muy claro su target de público muy claro. No obstante, los seguidores del sarcástico Oliver Queen original, uno de los héroes más activistas del universo DC Cómics, pueden irse despidiendo de esa imagen icónica del arquero para ver un producto distinto, aunque tenga reminiscencias.

Star City se convierte en una urbe de gente muy cool, donde prácticamente es difícil, como inciden varias críticas, no ya que aparezca una persona poco agraciada, sino siquiera normal. Stephen Amell da muy bien el tipo para las escenas de acción, siendo quizás de lo mejor del producto, con el añadido de los villanos.

Y es que, entre las tramas novelescas, figuras como el mercenario Deathstroke son una de las mejores noticias, de igual manera a los cruces con Flash, lo cual da una divertida sensación de universo compartido.

Se ve con agrado aunque quedaría lejos de competidoras más noire como "Daredevil".