"Todos los hombres sois iguales" fue un éxito taquillero nacional que llevó a una serie de televisión de idéntico título y equivalente premisa. Tres divorciados deciden vivir juntos y crear una especie de Isla de Nunca Jamás masculina, donde poder hacer lo que les plazca. A destacar los tres actores escogidos, tanto Jesús Font, como Josema Yuste y Fernando Valverde supieron cuajar con simpatía sus personajes.

Sus primeros compases con más que dignos, viviendo del rédito del argumento original del film, solamente para ir descubriendo que también compartirían sus defectos. Una visión de retablo de la guerra de los sexos y la sensación de que dicha fórmula no daba para alargarse demasiado semana tras semana, por más que conservasen la banda sonora original.

A destacar la buena labor de Ana Otero como Yoli, la contratada por este triunvirato para poner un poco orden su casa, la cual cuestionará muchos de los axiomas de la alianza de estos felices y despreocupados varones que parecían dispuestos a renunciar a volver a prendarse de otra señorita.

Conforme fue avanzando, sus tramas pasaron de ir disparatándose a tomar un cariz más dramático que no siempre encajaba de forma consecuente con el producto.

Con todo, supuso un verdadero éxito de audiencia.