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España España · Córdoba
Voto de El Libanés:
8
Comedia. Drama En 1939, a punto de estallar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el extravagante Guido llega a Arezzo, en la Toscana, con la intención de abrir una librería. Allí conoce a la encantadora Dora y, a pesar de que es la prometida del fascista Rodolfo, se casa con ella y tiene un hijo. Al estallar la guerra, los tres son internados en un campo de exterminio, donde Guido hará lo imposible para hacer creer a su hijo que la terrible ... [+]
29 de octubre de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si antes de 1997 alguien hubiera afirmado que la película que arrasaría en premios de crítica y público sería una comedia centrada en el Holocausto judío, cualquiera había calificado a dicha persona de pésimo profeta y, colmo de males, individuo con escaso buen gusto. No obstante, Roberto Benigni cogió el toro por los cuernos, incluyendo la dirección, para hacer una cinta conmovedora, que tuvo aroma de clásico casi al instante.

Como era de esperar, hubo sectores que se alzaron contra este intento de modernizar a Esopo, clamando que era realmente obsceno hacer bromas (incluso las que aquí se presentan repletas de sutileza) sobre un asunto que solamente podía pasarse a la gran pantalla con el hábito de la tragedia, el sambenito de la oscuridad. Pero es que esos factores están omnipresentes durante todo el metraje, que no se hace largo para nada, con un dos por uno, la deliciosa comedia inicial a la que la irrupción de los naciolsocialismos abocan a una tragedia donde los protagonistas no pierden la sonrisa.

"La vida es bella" es tan dura como las otras versiones que se han hecho para el séptimo arte de la II Guerra Mundial, pero aquí el mecanismo para advertir y hacer el exorcismo de aquellos días oscuros y donde el racismo y la crueldad se pusieron a prueba, es la más pura bondad al estilo Disney, salpicado de ese sentido del humor tan italiano y que tan buenos resultados le dio a ese país durante su década dorada.

Resaltar también el acertadísimo papel de Nicoletta Braschi. La química en pantalla de ambos es impagable, llevándonos a un desenlace que no desvelaremos por respeto a esos afortunados que aún no la hayan visto por primera vez.

Teniendo en cuenta los comentarios, alguno podría pensar que porque un 8 y no un sobresaliente, ciertamente, eso se debe a factores extra-cinematográficos, a esa extraña jugada que hizo Benigni con otro proyecto que luego fue "El tren de la vida" (extraordinaria también, dicho sea de paso) y que hacen sospechar que entre las muchas virtudes del genial italiano, no estuvo la originalidad.

Por lo demás, estamos ante una obra con mayúsculas, que, empero no se me juzgue blasfemo, me recuerda al mejor Chaplin por mezclar humanidad, ternura con temas de rabiosa necesidad.
El Libanés
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