Sabes lo que va a pasar. La paloma desaparecerá y volverá a surgir de la nada de ese sombrero. Puede que hayan sido cientos de veces las que has contemplado ocurrir este fenómeno, un truco que no es real pero lo parece. El desenlace importa poco, se agradece la visita y la revisitación por el desarrollo, su forma de relatarlo.

Psicosis es una pieza fácil de hacer, lo podríamos afirmar seriamente. Ninguna productora de cierto peso tendría problemas en costearla, un motel, un coche, un poco de niebla... Es fácil de hacer, no tienes por qué recrear las Termópilas. Lo complicado, el secreto que se llevó Hitchcock consigo, es esa manera de narrarlo, ese conocimiento que fusionaba el cine más comercial con el arte.

Piensas que ya estaba todo mascado y que la siguiente vez que la pasarán por televisión cambiarías de cadena, que ni esa chica perdida ni el enigmático Norman volverían a agarrarte... Y entonces te encuentras con un homenaje inesperado a "El increíble hombre menguante", con la capacidad del director de que durante unos segundos hayas deseado inconscientemente que el mal se saliera con la suya deshaciendo las pruebas...

Anthony Perkins, Janet Leigh, John Gavin, Vera Miles (no solamente estuvo sublime en "El hombre que mató a Liberty Valance") y el resto del reparto crean relaciones malsanas, moteles sin pasajes de piedad en sus Biblias y generando tortuosas relaciones que aún hoy siguen siendo calcadas (no es casualidad en "Los Simpson" el vínculo del director Skinner con su madre).

El señor Alfred nunca escribió guiones originales para sus historias. Lo suyo era narrar, coger buenas ideas y mejorarlas, darles un nuevo enfoque, contarlas de otra manera... dejar que la ducha, limpiará la sangre antes de continuar.